«La Copa de Vino»
Elegante, gentil, en una mesa
mostraba orgullosa su cristal
una copa llena de vino
esperando unos labios su paladar.
La arrogancia con que se exhibía
le ornaba ostentosamente más y más,
por los hombres era apreciada
ensalzada en sus orgias
y en jubilo aclamada.
Unos; su néctar absorbían
ansiosos por recordar,
otros; su licor bebían
solo para olvidar.
Contra el suelo, al final fue a parar
quedando en mil trozos la bella
emborrachando al que su vino le sirvió
en deleite para recordar,
y al que la saboreó para olvidar.
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Moraleja:
Como mejor solución
es despreciar esa elegante copa
en salvadora opinión.
Si se bebe para recordar no es mejor,
y menos si se gusta para olvidar
porque su triste final
puede ser la prisión.
