Más que una empresa de residuos. (Foto: Eva Mª Heras)
Uno de los más importantes instrumentos de colaboración institucional de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos en la comarca es la Fundación Enresa. Se trata de una institución sin ánimo de lucro constituida en 1990 y cuyo objetivo principal es la prestación de servicios asistenciales, apoyando además la educación, la enseñanza y la investigación en materias sociales, de manera que se impulse y desarrolle el bienestar social de las poblaciones situadas en el ámbito de influencia de las instalaciones de Enresa.
Aunque la Fundación actúa en otros ámbitos, en particular en los relacionados con el mantenimiento, conservación y difusión del patrimonio medioambiental, de acuerdo con sus estatutos, sus cometidos y actuaciones se concretan con prioridad en las áreas geográficas involucradas en la gestión de residuos radiactivos y actividades de desmantelamiento: fundamentalmente las zonas de influencia de El Cabril (Córdoba) y Vandellós (Tarragona).
Por lo que respecta al entorno de El Cabril, desde su creación hasta la fecha, la Fundación Enresa ha destinado más de un millón de euros para colaborar en la puesta en marcha de distintas iniciativas propuestas por las diferentes entidades y organismos de la administración local, provincial y autonómica y por instituciones de reconocido prestigio que actúan en el ámbito asistencial.
Desde 1991, la Fundación Enresa ha prestado su apoyo y colaboración a una larga lista de proyectos de carácter social, cultural y deportivo con los ayuntamientos de Hornachuelos, Fuente Obejuna, Alanís, Las Navas de la Concepción y Peñarroya-Pueblonuevo. También, aunque con carácter esporádico, se han firmado acuerdos para actuaciones puntuales con los ayuntamientos de Azuaga y Córdoba, con quien se llevó a cabo el proyecto del Museo Paleobotánico en el Molino de la Alegría. La Mancomunidad de Municipios del Valle del Guadiato, la Diputación Provincial de Córdoba, las consejerías de Medio Ambiente y Asuntos Sociales, el Obispado, Cruz Roja y la Universidad de Córdoba han sido otras instituciones de referencia para actuaciones concretas con el objetivo de impulsar y desarrollar el bienestar social de las poblaciones, mantener y conservar el patrimonio artístico y medioambiental, o difundir el conocimiento científico en temas relacionados con las actividades de Enresa, mediante la concesión de becas, subvenciones a cursos de formación y las colaboraciones en congresos y seminarios.
Sin ánimo de ser exhaustivos, hay una serie de actuaciones que siempre vienen a la memoria, como la construcción de Instituto de Enseñanza Secundaria de Hornachuelos, las actuaciones de adaptación de la Residencia de Los Ángeles, en Fuente Obejuna, el pabellón polideportivo de Peñarroya-Pueblonuevo, las mejoras en la iluminación de Alanís o el programa de desarrollo cultural de Las Navas; la tradicional colaboración en las representaciones de Fuenteovejuna, el apoyo a las sucesivas ediciones de los cursos Fons Mellaria, la compra de vehículos municipales en Hornachuelos, la financiación para la compra del camión pluma de Peñarroya- Pueblonuevo, la participación en la Expoguadiato, la FAGA, la Fecsur… En fin, una larga lista de actuaciones relevantes en estos años que han ido teniendo su reflejo en estas páginas y especialmente en los municipios beneficiados.
De lo histórico a lo más reciente, cabe señalar que, a lo largo de 2005, la Fundación Enresa ha colaborado en la puesta en marcha y finalización de las fases tercera y cuarta de la escuela taller Diamelas, de Hornachuelos, en la edición del documental Fuenteovejuna existe, en la finalización del programa Life Guadiato y en los arreglos de las campanas de las parroquias de alguna de las aldeas cercanas a El Cabril, merced al convenio suscrito con el Obispado de Córdoba y renovado este mismo año. Otros motivos de orgullo son la participación en la naciente y exitosa Feria de la Cinegética de Las Navas de la Concepción o la aportación a los planes de servicios sociales llevados a cabo en Alanís.
La implicación de la Fundación Enresa es clara y contundente y lo confirma otro dato histórico de referencia: la aportación para el desarrollo de los programas de actividades extraescolares presentados por los centros de enseñanza pública de las poblaciones cercanas. Desde Hornachuelos hasta Peñarroya, un total de 20 centros, entre institutos y colegios, reciben una ayuda económica de la Fundación para llevar a cabo proyectos extraescolares y participan anualmente de las distintas actividades programadas por el servicio de comunicación social de Enresa en El Cabril. (Marta Arroyo, ENRESA)
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