Los dos únicos alojamientos rurales de la provincia que cuentan con esta certificación están en la comarca.
El turista es cada vez más consciente de que la calidad de los servicios contratados es pieza fundamental de unas buenas vacaciones, y que su falta hace que se frustren muchas de las expectativas de pasar unos días felices de descanso. El empresario, por su parte, sabe que, ante una oferta similar de alojamientos, la contratación primará, sin duda, a aquellos establecimientos cuyas prestaciones tengan mejor nivel. Estas dos premisas, unidas a la tenaz actividad del Grupo Desarrollo Rural Valle del Alto Guadiato (GDR) para consolidar el sector turístico de la comarca a todos los niveles, han dado como fruto que los dos únicos alojamientos rurales de la provincia de Córdoba que cuentan con la certificación Q de Calidad Turística se encuentren precisamente en el Guadiato. Se trata de las casas rurales de El Trillo, situada en la aldea mellariense de Alcornocal, y de Las Navas, que se encuentra en el municipio de Los Blázquez. La técnico en turismo y asesora de calidad del GDR, Minerva Cruz, explica que el grupo organizó en primer lugar unas jornadas de sensibilización dirigidas a empresarios en las que se dieron a conocer los distintos sistemas de calidad existentes, centrándose en el Q de Calidad Turística. Posteriormente se han realizado visitas individuales a todos los interesados y se les ha asesorado para completar un sistema que consiste en la adecuación del establecimiento a los requisitos establecidos. Todo el proceso puede durar unos seis meses. Además de los alojamientos rurales que ya lo han finalizado, han comenzado la tramitación de obtención de esta certificación otra casa rural y una agencia de viajes de la comarca, siempre asesorados y apoyados por el GDR. “Se trata, sobre todo, de implementar un sistema de gestión empresarial”, afirma Minerva Cruz. “En un establecimiento que cuenta con esta certificación, nos aseguramos de que todos sus servicios se encuentren en óptimas condiciones, que tenga un sistema de quejas y sugerencias de los clientes y que sus gestores se comprometan a un sistema de mejora continua”, explica. Para estos establecimientos, continúa la asesora, “conseguir la certificación implica contar no sólo con una buena gestión sino también con una marca de calidad, que les ayuda en su comercialización”. La casa rural El Trillo está situada en la aldea mellariense de Alcornocal y cuenta en su planta baja con dos dormitorios, salón, baño, comedor y cocina. En la alta hay otros tres dormitorios, dos baños y una sala de lectura. Tiene también un patio y una alberca. Las Navas está en la localidad de Los Blázquez y se encuentra en una finca de 210 hectáreas de superficie. Consiste en dos viviendas adosadas, con acceso independiente. En la principal hay tres habitaciones dobles —una con baño—, cocina, comedor, salón, baño completo con bañera y plato de ducha. La segunda vivienda, cuenta con dos habitaciones dobles, cocina, salón y cuarto de baño. Esta casa admite animales de compañía. La oferta de alojamientos se completa con actividades en la comarca como la pesca, la caza, el senderismo o la participación en fiestas típicas. La gastronomía de la zona, los paisajes naturales y las rutas culturales son otras alternativas. Gracias a la labor del Grupo de Desarrollo Rural y a la inquietud de estos empresarios, podemos decir que el turismo de calidad se encuentra en el Guadiato. No tarden en venir a comprobarlo, seguro que repetirán.
Alvaro y José Carlos Jurado Ruiz son, hasta ahora, los únicos hermanos mellarienses que han sido nombrados caballeros de la Orden de San Miguel. Alvaro tiene diez años, estudia quinto de Primaria en el colegio San Sebastián y fue el primero en realizar unas pruebas de habilidad organizadas por la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, cuyo hermano mayor, Antonio Caballero Arcos, le hizo entrega del documento que contiene el juramento y de la espada con que se realizó.
