Las acusaciones solicitarán ocho años de prisión para Juan G.M., de 78 años, después de que apuñalara a su cuñada y posteriormente tratara de ahorcarla tras discutir con ella por la herencia que dejó el esposo de ella y hermano del procesado. Los hechos sucedieron en Fuente Obejuna a las 12.00 horas del pasado 18 de junio cuando el procesado accedió por sorpresa a la vivienda de su cuñada, tras darle un fuerte empujón y taparle la boca para evitar que gritara. La acusación particular asegura en el relato de hechos que tras entrar en la casa, el procesado agarró por el pelo a la mujer y la llevó arrastrando desde el recibidor de la casa hasta el salón comedor. Tras echar el cerrojo de la puerta, Juan C.M. sacó una navaja de 6,5 centímetros de hoja con la que asestó a la mujer varias puñaladas en el cuello, en la boca y detrás de la oreja izquierda. Más tarde trató de ahogarla con una cuerda de plástico que llevaba y que colocó alrededor del cuello, aunque no lo consiguió porque entraron agentes de la Guardia Civil, que fueron alertados por los vecinos que escucharon los gritos de auxilios que profería la mujer.
A consecuencia de la agresión, la mujer sufrió diversas lesiones y erosiones que precisaron 20 días para la curación. Como secuelas le han quedado cuatro cicatrices, toda vez que necesitó medicación ansiolítica “debido a la ansiedad provocada por el recuerdo de la situación vivida”.
ESTADO MENTAL
La Fiscalía apunta que en el momento de cometer los hechos, el procesado no presentaba síntomas de deterioro psíquico, estado psicótico o demencial ni déficit intelectivo alguno. Añade que tampoco está acreditado que Juan C. M. actuara movido por una reacción impulsiva de entidad suficiente como para mermar sus capacidades intelectivas o volitivas.
El fiscal asegura que los hechos constituyen un delito de asesinato en grado de tentativa, por el que solicita que Juan C. M. sea condenado a ocho años de prisión, si bien la edad del acusado le impedirá cumplir tal pena. Además pide que indemnice a su cuñada con 200.000 pesetas por las lesiones y las secuelas. Sin embargo, la acusación particular, que coincide con el fiscal en la petición de pena, eleva la solicitud de indemnización hasta 1.200.000 pesetas, al incluir las secuelas psíquicas. (M.G.)