Los vecinos del núcleo de población mellariense de Ojuelos Altos descubrieron ayer en el cementerio la profanación de unos 15 nichos, lo cual ha motivado la apertura de una investigación por parte de la Guardia Civil. En la mayoría los autores retiraron las lápidas, que luego habían sobrepuesto tras realizar agujeros en el tabique posterior; en otras tumbas han excavado y en otras han destrozado las bóvedas superiores. Aunque no se encontraron restos en el exterior de ninguna de ellas, uno de los féretros fue descubierto y el cadáver de una mujer, fallecida hace quince años, manipulado.
Los vecinos han informado de que los asaltantes incluso han recogido los escombros y limpiado las zonas de las tumbas que profanaron y en el interior del recinto pueden verse los cepillos y recogedores que emplearon.
Se da la circunstancia de que el cementerio es de titularidad de los vecinos, que, una vez descubierto el suceso, llamaron al representante de la Alcaldía en la aldea, a la Policía Local, Guardia Civil y al sacerdote. Alguno de ellos apuntaba a que durante la madrugada del pasado viernes pudo verse a un hombre vestido de oscuro merodeando por las cercanías de uno de los bares de la aldea, pero por el momento, no existe ningún dato que pueda apuntar hacia el autor o autores de una acción que ha sumido en la indignación y, especialmente, en la pena a los residentes en Ojuelos Altos, que piensan denunciar el daño moral que están sufriendo, tanto por tener que ver los restos de sus seres queridos como por el temor de algunos de ellos a que hubieran dañado los restos de sus difuntos.
