Ayer falleció Purificación Castillejo Gorraiz. De esta entrañable mujer destaca su profunda apertura a la convivencia social. Purificación era una mujer muy extrovertida. Se comunicaba muy bien con todas las clases sociales y en todas era muy querida. Tenía una vida social muy diversa. De ella también destacó su profunda religiosidad. En las distintas parroquias en las que transitó con su hermano Miguel, sacerdote y ex presidente de Cajasur, Purificación era partícipe activa en la rama de Acción Católica. Ayer comentaba su hermano que «ha muerto con el Rosario en la mano, y así se enterrará». Añadió que «recibió la eucaristía hasta el último momento y ha participado diariamente en la santa misa». Purificación contagiaba su devoción a toda aquella persona con la que ella mantenía contacto. Nació en Fuente Obejuna y era la mayor de cinco hermanos. El hogar era su principal vocación. Con una cultura básica de la mujer de su época no le hizo mella para convivir con las personas con las que ha compartido su vida, desde el más alto rango hasta el más bajo. A nivel familiar era una mujer muy hogareña, que se desvivía por los demás, «siendo la más humilde y llana de todos los hermanos, pasando desapercibida y siempre era la última, siendo un auténtico modelo de mujer», comentaba emocionado su hermano Miguel. Tenía un carácter amable, pero a la vez enérgico.
RAFAEL CASTRO