Las campanas de los núcleos de población mellarienses de Ojuelos Altos, Posadilla y La Cardenchosa se repararán gracias las aportaciones económicas de sus vecinos, que se encuentran recaudando fondos desde el mes de mayo del pasado año.
Sus nombres son María y José, María Teresa de Jesús, San Juan y Santa María, Santísima Trinidad y Santa Elena. Construidas entre los siglos XVII y XVIII, se encuentran en Ojuelos Altos, Posadilla y La Cardenchosa. Son campanas y «nos hacen iguales porque nos hacen, a todos, partícipes de la vida social de un pueblo», explica el párroco Juan Luis Carnerero, que destaca que sus toques «son la voz de Dios, que llama a su pueblo». Conscientes de ello, el sacerdote y los casi setecientos vecinos que residen habitualmente en estas aldeas llevan desde mayo del pasado año «ahorrando» para conseguir los aproximadamente 10.000 euros que necesitan. Han organizado rifas, vendido objetos religiosos realizados por ellos mismos como pulseras o medallas, y hasta se han fijado una cuota mensual. Además, Manuel Rodríguez está reparando, altruistamente, los yugos de las campanas.
Tal es su entusiasmo, que han conseguido la implicación de la alcaldesa, Isabel Cabezas, en el proyecto y la de la asociación de vecinos de Posadilla, que colaborará mecanizando el reloj del campanario -el antiguo aumentará los fondos del museo de esta aldea -.
Estos vecinos no ven el día en que puedan escuchar las horas del reloj y el ángelus. Ese día también será feliz la pequeña Alba Arellano, de siete años, quien ahora desea «que ayuden a mi pueblo, aunque sea con un pequeño donativo».