La mejor manera de formarse como persona culta es mediante la lectura. Éste es el canal más efectivo para el desarrollo intelectual de cualquier ser humano. Así como no hay mejor forma para expresar los sentimientos, vivencias y experiencias que mediante la escritura; y para saber escribir primero hay que saber leer.
Esto es ni más ni menos lo que hace el Club de Lectura de Fuente Obejuna, del que me enorgullece ser miembro desde hace algunos años. Cada tarde de miércoles, en la Biblioteca Pública Municipal, este colectivo se reúne a debatir y cambiar impresiones sobre el libro que se está leyendo en esos momentos. Ésta es una de las mejores formas de entender y conocer cómo una misma idea, un mismo argumento, puede tener distintas maneras de interpretación.
En este club de lectura se aprende a compartir, escuchar, escribir y lo más importante, conocerse como persona.
Han sido varias las publicaciones de algunos de los miembros de este colectivo, desde la poesía al cuento pasando por la novela, algo de lo que podemos sentirnos verdaderamente orgullosos y dichosos.
El teatro y la música son otros de los campos que se tocan en nuestro club, especialmente en el mes de abril, concretamente el día 23, Día del Libro. Fecha en la que el Club de Lectura Mellariense organiza un completo y variado acto literario en que tienen cabida cada uno de estos artes, compartiendo algunas de estas actividades con los mayores de la Residencia de Ancianos los Ángeles, haciéndoles salir aunque sea por tan solo algunas tardes de la monotonía, recibiendo además de todos ellos su cariño y aprendiendo de su larga experiencia.
Los talleres de escritura creativa y las conferencias están presentes a lo largo de cada curso, contando con la presencia de escritores y personal completamente formados para impartir este tipo de actividades.
Está previsto para este nuevo curso la realización de un programa de radio semanal con un amplio y variado repertorio de temas y curiosidades.
Tampoco han faltado los viajes a los pueblos y ciudades natales de los más insignes escritores nacionales, conociendo y acercándonos así de primera mano a los rincones que inspiraron sus más magistrales composiciones literarias.
Quisiera por último agradecer de sincero corazón a Alfonso Fernández Mellado, director del Club, quien con sus innumerables horas de trabajo, su paciencia y su tesón, junto al resto de mis compañeros del club, siendo todos ellos la razón de ser de este singular y entrañable Club de Lectura, animando a su vez a todos aquellos que quieran compartir con nosotros cada tarde de miércoles ampliando así los miembros de esta gran familia.