Un empresario mellariense inaugura un vivero que dará empleo hasta diez trabajadores.
Además de joven empresario, el mellariense Joaquín Ángel Ruiz Arellano es, sobre todo, un amante de la naturaleza. Tras realizar estudios forestales y agropecuarios, que complementó con formación en prevención de riesgos laborales, trabajó durante una década como monitor de jardinería.
La combinación de esta afición con una vocación emprendedora le llevó hace sólo unos meses a inaugurar Viveros Fuente Obejuna, un proyecto en el que ha invertido más de 600.000 euros y en el que ha contado con ayudas de los fondos Miner y Proder. Los fondos Miner son subvenciones que se conceden a municipios mineros en compensación por la crisis de esta actividad, como es el caso de Fuente Obejuna, mientras que los fondos Proder son subvenciones europeas que gestiona el Grupo de Desarrollo Rural Valle del Guadiato.
Las instalaciones del vivero tienen una extensión de 4.900 m2 y están ubicadas en el polígono industrial El Blanquillo, en la salida de Fuente Obejuna hacia La Granjuela, con acceso desde la carretera N-432. Allí Joaquín Ángel produce y vende flor cortada, tanto autóctona como importada de Holanda, Ecuador o Israel. Además, se dedica a la realización de proyectos y trabajos de jardinería, y ofrece todo tipo de árboles de sombra y frutales, así como mobiliario para exteriores construido en madera, forja, piedra o barro.
“He presentado proyectos y presupuestos a varios organismos y empresas. Su aceptación nos vendría muy bien para crecer. Ahora somos cuatro los trabajadores, aunque la idea es llegar hasta diez a medio plazo”, dice Ruiz Arellano. Este emprendedor destaca que los clientes que han pasado por su empresa coinciden en afirmar que era necesario un negocio como el suyo en la zona para no tener que desplazarse hasta Córdoba, y es que Viveros Fuente Obejuna es el único de estas características en la zona. Tanto es así que los primeros compradores han venido del Valle del Guadiato, de Los Pedroches y de la Campiña Sur de Extremadura.
“El producto más demandado está siendo la flor cortada”, explica el mellariense, “que se consigue fresca, directamente de la producción”. El verano es ideal para acercarse y conocer estas instalaciones donde, quién sabe, puede encontrar la planta que de un toque especial a su jardín o terraza. “Vengan y verán que tenemos buena calidad”, asegura Joaquín.