Libro: Cosas que importan.
Cosas que importan – Manuel Gahete – Editorial Brosquil, 2008 (64 páginas)
Cosas que importan me recuerda a mi infancia. Siempre he sido un niño lector al que su padre tenía que arrebatar los preciados tesoros en forma de letra que guardaban con celo los envases de los comestibles a la hora del almuerzo. Y esa enfermiza atracción por la lectura tuvo su eco en quien escribe.
Tesoros eran, pues, aquellas palabras que vigorizaban mi mente y daban sentido al mundo, y misterios indescifrables eran los tomos, para mí milenarios, que se apilaban como trofeos en las estanterías de mi hogar.
Si somos esclavos del pasado, qué desgracia no poder regresar para cambiar algunas cosas. Sería sin dudar un placer supremo volver a las edades tempranas y encontrar como tesoro -que no misterio- este librito repleto de poemas que son cajas mágicas que al abrirlas nos muestran versos que dicen cómo son las cosas, qué podemos esperar de ellas y que nos invitan a reflexionar.
Porque Cosas que importan no es un libro educativo en sí, pero sin duda es su principal función. La bella palabra de Manuel Gahete se quiebra en simpleza -pero no en tontería- para acercar al niño un mundo suyo, que está por descubrir. ¿Se les ocurre un mejor tutor?.
El espíritu pedagógico, lógico en el autor por profesor y por padre, se impone en la obra y se concreta en forma de interpelaciones al lector, pero de forma pausada, sin prisas, sin agobios. Como debe ser.
Ojalá hubiera tenido el recuerdo imperecedero de haber leído este poemario en la edad en que las cosas que importan no se olvidan jamás.
