La cooperativa mellariense Gregasa triunfa en el sector de la personalización de automóviles.La llamada de la tierra hizo recalar a los hermanos Gala en Fuente Obejuna con el propósito de continuar con el negocio de su padre, Gregorio, un mellariense que había tenido talleres de reparación de parachoques en Tarragona y Madrid. Esta actividad, que convirtió a la familia en pionera en la reparación de piezas de plástico y poliéster, se ha reinventado al calor de las nuevas tendencias y tecnologías, y ha dado una nueva oportunidad de negocio a otra generación. Con nuevos mimbres, se fabrican nuevos cestos.
Y así, los tres hermanos Gala —el mayor apenas ronda la treintena— se atrevieron a crear en 1998 la compañía Industrias Gregasa Sociedad Cooperativa Andaluza, en la que personalizan vehículos de serie para hacerlos únicos y diferentes a los demás o, como se dice en el argot del sector, tunean coches, una actividad que les ha convertido en una referencia provincial y que, gracias a Internet, les ha permitido también crecer más allá de nuestras fronteras.
La buena marcha del negocio —en cada coche que entra en su taller para tunearse la factura ronda los 2.000 euros— ha llevado a sus propietarios a seguir ampliando sus instalaciones. Para empezar, quieren aumentar el tamaño de las naves, desde los 1.100 metros cuadrados actuales hasta los 6.000. El objetivo: “Lograr la expansión nacional”, explica Gregorio Gala, el hermano de más edad y presidente de la cooperativa, que ya ha contado con la ayuda de los fondos Miner I de los que obtuvieron el 30% de la inversión total de las instalaciones, valoradas en 700.000 euros. Esta subvención, reconoce, ha creado “las condiciones óptimas de infraestructuras para poder incrementar la actividad”.
Mientras se concreta este crecimiento geográfico de la actividad, los miembros de la cooperativa aprovechan las ventajas de las nuevas tecnologías y, a través de Internet, incrementan su volumen de negocio más allá del tuneado de automóviles. Para empezar, figuran en la base de datos del portal especializado en compra y venta de piezas de desguace y segunda mano, www.europiezas.com, que opera en varios países europeos. Allí se han registrado con la marca Don Paragolpe y trabajan en la posibilidad de formar parte del catálogo especializado en paragolpes y accesorios más importante de nuestro país.
Pero, además, en las instalaciones del polígono industrial El Blanquillo, parcela 54, donde tienen sus instalaciones, se fabrican piezas de poliéster para reparaciones de las que surten a otros talleres no sólo de la provincia de Córdoba, sino también del sur de Badajoz y Cáceres y del norte de Sevilla. Desde la comarca del Guadiato, Gregorio Gala ha creado una red de clientes a los que proveen de piezas fabricadas en fibra de vidrio mientras reciben en torno a los 2.000 vehículos anuales en sus propios talleres, lo que les convierte en una de las compañías más importantes de la comarca.
Pero no todo son ingresos. La inversión en maquinaria ha sido costosa y no ha cesado desde que se fundó la empresa, hace casi diez años. Los hermanos Gala cuentan con lo último en tecnología del sector, como una cabina horno en la que se seca la pintura de los coches. Maquinaria muy especializada que pretende adaptarse a las demandas del mercado, ya que “la tendencia que se impone es el servicio rápido, también en cambios y pintados de carrocerías, igual que ocurre con el cambio de filtros o aceite”, explica Gregorio.
La alta especialización de esta actividad exige también mano de obra cualificada, algo que, según señalan los hermanos Gala, “de momento no encontramos en la zona”. “Estamos pendientes de los cursos que las administraciones ofrecen con compromiso de contratación para ampliar nuestra plantillas hasta ahora integrada sólo por los tres socios cooperativistas”, añade. Según los Gala, el perfil del trabajador de una empresa como Gregasa debe revestir más valores que los específicos de la tarea propia del taller: “Tiene que tener también cierta visión comercial” concluyen Nati Gavira. (Fotos Gregasa)