Quien ha compartido años de su vida con un animal y salvo contadas excepciones que muy tristemente las hay, sabe lo que es la lealtad, el cariño o disponer de una fiel compañía y quiere lo mejor para estos seres que, sin pedir nada a cambio, ofrecen lo mejor de ellos mismos.
En Fuente Obejuna y buscando el amparo de su patrón, San Antón, un grupo de personas se congregaron en los portales de la parroquia para bendecir a sus mascotas.
Entre ellos estaba Eduardo Bravo, con su cachorrito de bodeguera de nombre Nala. El pequeño Edu no diferenciaba aún los términos «bautizo» y «bendición» y dijo que deseaba bendecirla «para que sea de mi familia». Miguel Ángel Mellado llevaba en una jaula a su canario Pajarito y se acercó «porque lo he hecho siempre con todos los animales que he tenido y para no perder la tradición».
El párroco mellariense, José Luis Moreno Modelo, fue el encargado de desglosar la biografía de San Antón, leer la lectura, rociar a las mascotas – los perros ganaban por goleada, aunque también hubo un gato, además de Pajarito – con agua bendita y explicar que «nuestros animales, son seres de la creación, que Dios ha creado y nos sirven para nuestra ayuda, para nuestra compañía y también, para el trabajo», por lo que «son seres de Dios y dignos de bendecir».
Que su voz llegue a todos los rincones y todos los animales tengan una larga y digna vida.