Desde este lunes, los ciudadanos andaluces pueden ya traspasar los límites provinciales y desplazarse dentro de la comunidad autónoma, lo que permitirá restablecerá relaciones personales, profesionales y empresariales que se habían visto interrumpidas desde la declaración del Estado de Alarma. Esta recuperación de la movilidad interprovincial tiene una importancia mayor en los pueblos cuyos términos son limítrofes o cercanos a las provincias vecinas.
Este es el caso de Encinas Reales, que limita o Málaga, o Lucena, muy próximo también a dicha provincia. Allí, los empresarios valoran muy positivamente la libre circulación desde este lunes entre provincias. Málaga o Granada han sido desde siempre provincias significativas para la industria y el comercio de la ciudad. La hostelería de la Costa del Sol, y su potente sector inmobiliario han sido el gran escaparate de los sectores de frío industrial y del mueble lucentinos durante los últimos 50 años. Así lo pone de manifiesto el empresario Juan Aguilar, de Cocinas Dibe, que comenta que «es una extraordinaria noticia pues para este sector la Costa del Sol ha sido pieza en estos años de crisis». Señala que su empresa no ha dejado dentro de estas fases de desescalada la actividad, pero sí ha tenido muchas limitaciones al tener que documentar el tráfico entre provincias a las autoridades que lo requerían».
En Palma del Río la vecindad es con el pueblo sevillano de Peñaflor, del que dista apenas 5 kilómetros y con el que comparte algunos servicios privados e incluso públicos. Un ejemplo es del Rafael Pérez Rossi, de la firma palmeña García-Pérez Panaderos, que para seguir atendiendo a su clientes tuvo que conseguir un permiso especial de transporte. Los 5 kilómetros que separan ambos municipios han impedido en el estado de alarma la relación tan estrecha que une a ambos municipios. Las relaciones laborales en los sectores esenciales han permitido no cortar el hilo entre ambos municipios. Pérez Rossi señala que durante los tres meses precedentes ha sido testigo de numerosos controles en carretera, «me han parado en estos meses más que en los últimos 10 años que llevó llevando el pan a Peñaflor», apunta. Por su parte, ha habido otros trabajadores que han recorrido estos 5 kilómetros interprovinciales a diario, como los sanitarios de la Unidad de Gestión Clínica de Palma del Río que atiende el consultorio médico del pueblo sevillano, y los trabajadores del campo, en campaña de la naranja, que tenían que desplazarse a los tajos de este pueblo vecino.
Otro caso destacado es el del Alto Guadalquivir, donde empresarios de los municipios de Cañete de las Torres y Villa del Río, que lindan con la provincia de Jaén, miran con optimismo la apertura de las comunicaciones entre provincias, aunque también con algo de incertidumbre. Concretamente, ayer, en Villa del Río, la responsable de un negocio hostelero tuvo que avisar a la Guardia Civil porque paró un autobús y la propietaria prohibió que los turistas accedieran al establecimiento, por lo que el vehículo tuvo que tomar rumbo a Madrid.
Los industriales del sector del mueble esperan, por su parte, que se reactive cuanto antes el movimiento entre provincias para poder atender a sus clientes. En Cañete de las Torres, un empresario agrícola comentaba a este periódico que durante el estado de alarma ha podido moverse entre las provincias de Jaén y Córdoba, «ya que teníamos que atender a nuestros clientes, porque los agricultores somos profesión esencial». Sí se da la circunstancia de que la cercanía entre Cañete y municipios como Lopera o Porcuna, de Jaén, muchas parejas de novios o grupos de amigos llevan sin verse físicamente desde hace tres meses y esta nueva fase podrá hacer que ya disminuyan el uso de las videollamadas. Igualmente ocurre con Villa del Río, concretamente con los municipios de Marmolejo, Lopera o Andújar. El caso de Cardeña es distinto, pues con la vecina localidad de Fuencaliente (Ciudad Real), tendrán que esperar algo más ndo para volver a realizar negocios y relaciones personales que había antes.
Un caso similar es el que se vive en Fuente Obejuna, donde se dan situaciones insólitas. El municipio mellariense se encuentra situado al límite de la provincia y su frontera es Badajoz. Ello explica que las relaciones familiares y laborales sean muy estrechas entre cordobeses y pacenses. Uno de los casos es de Isabel Monterrubio López. Vive en Fuente Obejuna y uno de sus tres hijos, Carlos, lo hace en la provincia de Badajoz, concretamente en Granja de Torrehermosa. Ambas localidades se encuentran a unos 18 kilómetros de distancia. Isabel es abuela de los mellizos Bárbara y Carlos, nacidos hace cuatro meses, a los que no puede visitar, ni los padres pueden acercárselos. Isabel afirma no entender esta situación, pues mientras que ahora se puede uno mover cientos de kilómetros por toda Andalucía, ella no puede recorrer 18 para ver a su familia. «Lo vería bien si estuviésemos en fases distintas. Si hubiese contagios sería mejor no entrar o no salir de alguna de las dos provincias, pero al estar en la misma fase, no veo bien no poder ir a verlos o que ellos no puedan venir a Fuente Obejuna estando tan cerca».
Corresponsales.