Jugadores y aficionados esperaron durante mucho tiempo el inicio de esta segunda fase de LaLiga Genuine, en especial los del Córdoba CF que tenían la oportunidad de demostrar sus cualidades ante sus amigos pero, sobre todo, ante sus familiares. «La noche previa al inicio fue rara puesto que los jugadores estaban nerviosos en el hotel y tenían muchas ganas de jugar», aseguró su entrenador, Manolo Aguilar.
Pero una vez llegado el día y el balón comenzó a rodar, toda esa ansiedad se transformó en ilusión por parte de los jugadores. Pese a la fría mañana con la que comenzó esta segunda fase, ese entusiasmo que ponían tanto los jugadores del Córdoba como los del Atlético de Madrid se contagiaban a los aficionados presentes en El Arcángel. Ese calor aumentaba conforme llegaban los goles, que suponían momentos de gloria para sus protagonistas, como el jugador del Córdoba Jesús Maya, que anotó los tres goles de su equipo. «Estoy muy contento por haber marcado varios goles aquí en mi casa, pero lo más importante es que disfrutemos de este día inolvidable», aseguró.
Goles y buen ambiente para eludir el frío de la mañana
Y al final del encuentro, el resultado fue lo menos importante ya que el paso más importante lo habían conseguido: demostrar que pueden disfrutar de su pasión: el fútbol. «Esta competición es una maravilla para unas personas que nos hacen ver que no hay nada imposible», resaltó Fabián Cámara, padre del jugador del Córdoba que lleva el mismo nombre.
Ese es uno de los muchos valores que transmite LaLiga Genuine: no existen rivales. «Nosotros hemos llegado a animar al Atlético de Madrid y al Sevilla, entre otros equipos», apuntó Antonio Aguilar mientras se resguardaba de la lluvia con la que comenzó la tarde. Todos estaban unidos por una causa común. Aunque, dentro de la ilusión, había alguien que tenía cierta inquietud. Como Antonio Moreno, un cordobés natural de Fuente Obejuna que lleva 15 años viviendo en Reus. «Llevo aquí desde el jueves para animar a mi hijo, aunque tengo cierta preocupación porque el club puede desaparecer y sin esto, los chavales se deprimen».
El Arcángel sirvió ayer de bandera del compañerismo. Pero, como dice el dicho popular, lo bueno termina pronto (hoy).
Francisco Gaitán.