La Junta de Andalucía ha liberado este miércoles a tres ejemplares de buitres leonados y un águila calzada, que previamente habían sido atendidos en el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) de Los Villares, para su reintroducción al medio natural en la provincia de Córdoba.
Concretamente, la suelta se ha realizado en el sendero de las Buitreras, en el paraje cerro de Abuchite en el aliviadero de la Fuente Berbané, conocido popularmente como la Gancha, situado en el término municipal de Carcabuey (Córdoba).
Los agentes de Medio Ambiente han buscado el paraje idóneo para la suelta, según las singularidades de los animales para garantizar su completa reintroducción al medio natural.
El delegado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Francisco de Paula Algar, que ha participado en la suelta de los ejemplares, ha explicado que el ejemplar de águila calzada, procedente de Fernán Nuñez, ingresó en el CREA con una herida de carácter leve en el ala provocada por una colisión.
Para su recuperación se ha requerido una cura local con reposo y posteriormente se le ha realizado un proceso de musculación en el voladero.
Por otro lado, en el caso de los tres ejemplares de buitres leonados, estos ingresaron por desnutrición, procedentes de las localidades cordobesas de Rute y Fuente Obejuna.
El delegado ha señalado que el ingreso de buitres leonados en el CREA entre los meses de noviembre y diciembre es «algo habitual», y casi siempre se trata de ejemplares jóvenes en proceso de emancipación de sus colonias de cría, con falta de experiencia, que «acaban debilitándose al no encontrar alimento en las áreas escogidas durante su dispersión juvenil».
Durante 2017 han ingresado en el CREA de Los Villares un total de 18 buitres leonados y 10 águilas calzadas, mientras que la principal causa de ingreso en el caso de los primeros es debido a la desnutrición en ejemplares juveniles por inmadurez y falta de experiencia.
Entre otros supuestos, también se producen ingresos por problemas en el plumaje, lo que conlleva una gran dificultad para desplazarse y mayor gasto energético, teniendo como consecuencia el debilitamiento por la dificultad para encontrar alimento.
También se han producido ingresos de esta especie por alguna colisión con tendidos eléctricos aunque esta causa tiene poca representatividad a nivel estadístico.
En el caso de la especie de águila calzada, la mitad de las diez que ingresaron en el 2017 han tenido como motivo las colisiones con tendidos eléctricos o electrocuciones, mientras que el resto de los ingresos de estos ejemplares se corresponden con colisiones no identificadas.
EFE
