Archivo de enero de 2018

Un cineasta novel, un peluquero y estilista, un escritor y un colectivo que trabaja para la difusión del séptimo arte conformaron la representación cordobesa que subió el pasado sábado a las tablas del Teatro Lope de Vega de Sevilla, durante la entrega de los premios que otorga la Asociación de Escritores y Escritoras Cinematográficos de Andalucía (Asecan). Todos ellos recogieron un galardón que distinguía su labor en el mundo del cine durante una gala que se convirtió en la que mayor número de premios otorgó a la provincia de Córdoba desde que se celebra.

Aunque lleva en el mundo del audiovisual toda su vida y se ha consagrado como dramaturgo, guionista y director de escena, la película Las heridas del viento es el primer largometraje del montillano Juan Carlos Rubio, y con ella se alzó con el premio a la Dirección Novel. Para Rubio, las seis «importantes» nominaciones con las que partía su filme «ya suponían un gran premio para una película tan especial como esta». «Un director se puede poner al frente de un filme si tiene equipo y, en mi caso, el equipo está ahí», señala Rubio, que asegura que este galardón es «un premio a toda la película, a los que la hemos hecho y a los que apostaron por ella».

«Hay mucho talento en Andalucía», reconoció Rubio, que asegura que esta distinción no significa que vaya a cambiar las tablas por la cámara. «Yo vengo del audiovisual, siempre he caminado entre la tele, el teatro y el cine», recuerda Rubio, que subraya que «no tengo ningún plan de repetirlo, pero si surge un buen proyecto que merezca la pena, lo haré». Y es que Las heridas del viento «es un producto muy especial, que nace de un proyecto teatral que tuvo un gran éxito», por lo que no es «una película al uso, ya que hemos buscado el espíritu del montaje», que, como el filme, también estuvo protagonizado por los actores Kity Mánver y Daniel Muriel. «No hubiera habido película sin ellos», asegura el cineasta. Por otra parte, Rubio se muestra muy «satisfecho» y «optimista» sobre el momento que vive el cine andaluz.

«En Andalucía hay una creatividad muy potente e interesante desde hace mucho tiempo», dice Rubio, que subraya que «los premios Asecan se han ido consolidando cada vez más porque hay una producción muy importante. Se seguirá hablado del cine andaluz». «El teatro es efímero, pero el cine es la imagen, es un patrimonio cultural que pasea a Andalucía por todo el mundo, lo que supone un escaparate de primera línea»

El que ya tiene tablas en estos premios es el peluquero y estilista Francisco Rodríguez Frías, que aún tiene que pasar los nervios de la gala de los premios Goya, para los que también está nominado por su labor en la película de Pablo Berger Abracadabra, que le ha valido el premio Asecan de Maquillaje y Peluquería. Después de alcanzar un premio del cine andaluz por Mi gran noche, de Álex de la Iglesia, el peluquero cordobés, que también tiene un Goya por Las brujas de Zagarramurdi, obtuvo un nuevo reconocimiento por «un trabajo maravilloso de documentación e investigación en mercadillos y distintos barrios con la intención de captar a gente con el look y las características que Berger buscaba para la película».

«Para mí, es muy emocionante y un orgullo que en mi tierra se siga, se valore y se premie mi trabajo», siendo su única «espinita» que «nunca he hecho una producción andaluza».

También se vino para Córdoba el premio Asecan Libro de Cine de la mano de Manuel Lamarca, que ha sido premiado por la obra Jerry Lewis. El día en el que el cómico filmó (Ediciones Carena), construida bajo una visión objetiva y metódica, con una documentación rigurosa, pero que también está impregnado de pasión, amor y entrega personal. «Estoy muy contento, es una gran satisfacción», señala el escritor, que ya se ha adentrado varias veces en la literatura cinematográfica, aunque es su primer volúmen como único autor.

Por último, el reconocimiento a la Labor de Difusión del Cine en Andalucía ha sido para el Colectivo Brumaria de Fuente Obejuna, una asocaición que nació alrededor del 2005 en el IES mellariense. Está integrada por los profesores Miguel Sánchez, Roberto Salas, Javier Goytre y Javier Álvarez, que han recibido este galardón por la organización del festival Fuente Obejuna de Cortos FOCO. Para ellos, este premio supone «un reconocimiento a la labor de muchos profesores que creen que otra forma de educación es posible y al talento de nuestras alumnas y alumnos», haciéndolo extensivo a «todos los compañeros que trabajan para desarrollar la creatividad y el espíritu crítico de los estudiantes» y agradeciendo «la colaboración de las familias de los alumnos y al Ayuntamiento».

Carmen Lozano

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Esther Ruiz, delegada del Gobierno andaluz en Córdoba. – A.J. GONZÁLEZ

Esther Ruiz, nueva delegada del Gobierno andaluz, tiene 35 años y un curriculum polifacético (maestra, psicopedagoga, pianista y violinista) y precoz (funcionaria desde los 20 años). Un poco de Aguilar, un poco de Espejo, un poco de la Fuensanta y un poco de Fuente Obejuna, llegó a San Felipe a continuar la saga de mujeres delegadas al frente de la institución con un deseo para 2018: «Que Medina Azahara, la ciudad brillante, adquiera el reconocimiento como Patrimonio Mundial de la Unesco. El compromiso de la Junta con la candidatura es firme», asegura.

-¿Se ha hecho ya al nuevo cargo?
-Sí, aunque aquí todos los días estamos aprendiendo. Asumo esta etapa importante, agradecida por la confianza depositada en mí por la presidenta, Susana Díaz.

-Aterriza desde Educación, donde dominaba la materia, a coordinar muchas áreas. ¿Cuál le da más miedo?

-Miedo, ninguna. Tengo la ventaja de que la de Educación ya la tengo trabajada, pero la responsabilidad de desempeñar un cargo público merece el estudio de los temas y su profundización. Espero trabajar, trabajar y trabajar y tender la mano a colectivos y agentes sociales. Las soluciones hay que pensarlas con la cabeza y el corazón. Y mi perfil va a ser el de tender la mano y escuchar.

-En qué consiste su día a día, ¿le da tiempo a tocar el piano o ni siquiera a quitarle el polvo?

-(Sonríe). Si estoy estresada, me voy al piano a descargar adrenalina. La música es mi válvula de escape.

-Su nombramiento fue algo accidentado y se produjo después de un congreso y una digestión del mismo algo convulsos. ¿Se ha cerrado ya el conflicto?

-En cada casa hay diferentes sensibilidades, pero a través del diálogo y el acuerdo, trabajando todos a una, hemos conseguido un partido unido, que se puso en marcha al minuto siguiente de acabar el congreso. Lo importante es trabajar en un mismo objetivo porque la ciudadanía nos está esperando. Ahora toca mirar hacia el futuro. Estamos ya todos en el trabajo del día a día.

-¿Qué consejo le dio su antecesora en el cargo, Rafi Crespín?

-Me dijo: «Chiquita, adelante, que vienes de la casa, sigue trabajando como lo has venido haciendo». Nosotras somos dos trabajadoras natas, maestras y nos une el ayudar al que más lo necesita.

-¿Cree que para dedicarse a lo orgánico era preciso cesar como delegada a Rafi Crespín?

-Es importante que la secretaría de Organización la lleve una persona que esté trabajando diariamente para el partido. Pero lo importante es que vamos a trabajar todos de manera coordinada para dar respuesta a la ciudadanía.

-¿Cuánto urge una nueva financiación de las autonomías?

-Tenemos que alzar la voz como la comunidad más grande de España, la que más aporta y cumpliendo los objetivos de déficit, por lo que tiene que percibir lo que le corresponde. El sistema público andaluz se mantiene a pulmón y con muchísimos esfuerzos. Nuestro trabajo es que la política de la igualdad de condiciones llegue a todos los rincones de Andalucía, hasta las aldeas más recónditas. El Gobierno nos debe más de 5.000 millones de euros. Además, tenemos más cosas que reivindicar a este Gobierno que nos tiene castigados, como el acceso a Córdoba, que se está cobrando vidas, o la conversión en autovía de la Nacional 432 Badajoz-Granada a su paso por Córdoba, entre otros cosas.

-Su carrera está siendo meteórica. ¿Dónde se ha fijado la meta en política?

-Desde pequeña tengo inculcada la cultura del esfuerzo. Soy nieta de jornaleros de Espejo, que se tuvieron que ir a Francia porque se lo quitaron todo. Mi abuelo me decía: «Estudia que no tengas que pasar por lo que hemos pasado nosotros». Sé de dónde venimos y que hay que trabajar porque nuestros antepasados se dejaron la vida para tener hoy lo que tenemos. Eso no se debe olvidar.

-¿Debe la profesión de político tener un tiempo limitado?

-A mí me gusta que me vean como a una trabajadora, que ahora está aquí, pero solo provisionalmente. El día que no esté, volveré a mi colegio, el San Carlos Borromeo de Fuente Obejuna.

-¿Cree que los políticos deben tener una profesión?

-La sociedad está demandando cada vez más perfiles profesionales y competitivos. La política no debe ser para siempre.

-Por qué y cómo entró en política.

-Por mi amigo Gabriel Montero, un historiador y una persona íntegra que estaba en Juventudes Socialistas, y un día me plantea ir a la casa del pueblo de Fuente Obejuna. Me abrió mucho los ojos y me enseñó cómo el PSOE había transformado las aldeas. También tenía mi poso por parte de las dos ramas familiares y estaba afiliada a FETE-UGT. Siempre he sido reivindicativa y he estado al lado de quienes más lo necesitan, por eso quise trabajar en las aldeas, un sitio por el que debía de pasar todo el mundo. En pocos meses me propusieron como secretaria general; secretaria de Formación provincial, en el Congreso de Palma; después secretaria regional de Educación y Universidad, en la última etapa de Griñán…

-¿Quién le ha apoyado más del PSOE en Córdoba?

-Muchas personas, pero muy importantes para mí han sido Miguel Serrano y Silvia Mellado, la alcaldesa de Fuente Obejuna, de la que destaco su gestión, valores y humanidad, es la Laurencia de nuestro pueblo.

-¿Cómo cree que ha afectado el juicio de los ERE al PSOE?

-La Junta desde un primer momento ha sido respetuosa con los tiempos que ha ido marcando la justicia y hemos manifestado nuestra voluntad de colaboración cuando así se nos ha requerido. Dicho lo cual, no puedo estar de acuerdo con una acusación personal y política previa, antes de que la justicia se pronuncie.

-Usted que es amiga de Susana Díaz, ¿sabe si adelantará las elecciones?

-(Ríe) No lo sé.

-Haga un esfuerzo, dígame algo bueno de Pedro Sánchez y algo regular de Susana Díaz.

-(Ríe). Déjeme pensar.

-Vale, la dejaremos para luego. Otra pregunta: es maestra, puntúe cómo son los presupuestos del 2018 de la Junta para Córdoba.

-Le voy a dar un 8 porque pienso que siempre se puede mejorar. Y vamos a hacerlo y a levantar la voz para que los proyectos para Córdoba reviertan en los cordobeses. Si puedo reivindicar un poquito más, lo voy a hacer.

-El PP dice que llevan vendiendo los mismos proyectos desde 2013, e IU, que Córdoba ha sido la provincia más olvidada. ¿Todos mienten o no saben puntuar?

-El Gobierno andaluz ha cumplido un año más su compromiso presentando unos presupuestos en tiempo y forma. Son unos presupuestos que cubren las necesidades de los cordobeses garantizando la igualdad de oportunidad, la cohesión social y el desarrollo socioeconómico de nuestra provincia, a pesar de la extrema asfixia que sufre Andalucía por parte del Gobierno central del PP.

-Entre esos proyectos pendientes está el hospital Materno-Infantil, ¿cuándo abrirá su puertas?

-Pronto. El 16 de enero se publicó ya la licitación del proyecto. Reina Sofía es un centro referente, creo que la sanidad pública siempre es mejorable pero Córdoba es un referente en esa materia.

-¿Qué le diría a una vecina de 80 años que vive en una 4ª planta del Santuario sin ascensor?

-Que seguimos trabajando, si bien es cierto que hemos tenido que adaptarnos al contexto presupuestario. Prueba de este compromiso es que durante esta legislatura se van a beneficiar 759 viviendas con cuyos propietarios la Junta ha comprometido ayudas por un importe de 4,6 millones para la instalación de 30 ascensores, la mejora de otros tres elevadores, así como obras de eliminación de barreras.

-¿Quién tiene que pagar la climatización de los colegios, la Junta o el Ayuntamiento?

-La Junta tiene el compromiso firme y ha remitido un cuestionario a los centros educativos, que ya lo han trasladado y estamos haciendo un diagnóstico. Dicho esto, hay que coordinarse. Competencia municipal es mantenimiento; mientras que la titularidad es de la Junta de Andalucía.

-Pues no me he enterado, ¿entonces quién paga, usted o Isabel (Ambrosio)?

-Tenemos 10 millones de euros en Andalucía para invertir este año para actuaciones de climatización sostenible y rehabilitación energética y 15 millones más, de la Agencia Andaluza de Energía.

-¿En qué año estará la Ronda del Marrubial completa?

-Está en marcha la primera fase y queremos que antes de terminar se simultanee con la segunda. Nos queda que el Ayuntamiento supervise el proyecto de la segunda fase, que ampliará la calzada de dos a cuatro carriles. Nuestro compromiso es acelerar al máximo esta demanda histórica y acabar el anillo ciclista en el casco histórico. 1,8 millones de euros es una cantidad importante para dar ese impulso de sostenibilidad a nuestra ciudad.

-Hablando de rondas, entonces de la Norte, ¿nos olvidamos hasta el 2020?

-El proyecto está contemplado a largo plazo y más allá del 2020, debido a la falta de disponibilidad financiera para acometer ahora una obra de esta envergadura en el actual marco presupuestario, muy limitado debido a las restricciones para el control del déficit. La Junta no renuncia a ella, pero habría que reformular el proyecto.

-Está previsto que el Palacio de Congresos abra en agosto. ¿Cómo van las obras?

-Se está desarrollando al ritmo previsto la segunda fase de la remodelación y, de forma paralela, Tragsa está desarrollando una tercera fase del proyecto, que se centrará en el Patio Mudéjar.

-¿Cómo es que no está aún adjudicada la gestión de la empresa que lo va a gestionar?

-Ya se está elaborando el pliego de condiciones para sacar a concurso la gestión, acordada entre empresarios y sindicatos.

-¿Rabanales 21 es el parque tecnológico donde menos ha invertido la Junta?

-No es cierto, la Junta siempre se ha comprometido con este proyecto. Desde el Gobierno andaluz hemos adaptado nuestra participación al porcentaje del accionariado que representamos, que es un 20%. Desde el principio apostamos por el parque, primero mediante subvenciones, y cuando ha sido necesario con apoyo financiero, con el préstamo de 11 millones de euros. Vamos a trabajar para que sea un parque referente.

-¿En qué va a invertir la Junta el dinero que había comprometido para el cercanías y qué se ha terminado ahorrando?

-La Junta tenía y tiene ese compromiso, pero una vez que ha sido declarada la obligación de servicio público es competencia del Gobierno y le corresponde a ellos sufragarlo. Pero vamos a cooperar para potenciar el servicio de autobuses a través del Consorcio de Transportes. Además, el compromiso de la Junta se va a visualizar en la segunda fase. Nos comprometemos a colaborar y arrimar el hombro.

-El empleo sigue siendo el gran reto en Andalucía.

-En Andalucía hemos bajado 576.000 y en Córdoba se registran 270.000 ocupados y 100.000 parados, lo que significa que tenemos 5.700 ocupados más y 14.600 parados menos que el tercer trimestre del año. Ha sido una bajada del 12,7% y un incremento de la población trabajadora del 2%. Son datos positivos, que nos dan un respiro sin triunfalismo, pero tenemos que seguir trabajando.

-Me debe la pregunta de Pedro Sánchez y Susana Díaz.

-Pues de Pedro Sánchez que ha incrementado nuestras encuestas y estamos a tope con él desde Andalucía. Y de Susana, voy a pensar algo a ver si se me ocurre (pero no se le ocurrió).

Irina Marzo.

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Integrantes del colectivo Brumaria.

La trigésima edición de los Premios Asecan del Cine Andaluz reconoció ayer a tres profesionales cordobeses y al colectivo Brumaria por la labor que desarrollan en este ámbito. En este sentido, las distinciones de la Asociación de Escritores y Escritoras de Cine de Andalucía recayeron en el montillano Juan Carlos Rubio, que fue galardonado como mejor director novel por Las heridas del viento; en el cordobés Paco Rodríguez, que obtuvo el premio de maquillaje y/o peluquería por Abracadabra; en el Colectivo Brumaria, de Fuente Obejuna, por su labor de difusión del cine en Andalucía, y en el cordobés Manuel Lamarca, que recibió el galardón al libro de cine por Jerry Lewis. El día en el que el cómico filmó.

La gala de entrega fue celebrada en el Teatro Lope de Vega de Sevilla. En ella se alzó como triunfadora la película El autor, del almeriense Manuel Martín Cuenca, al obtener siete galardones, entre ellos, el de mejor filme y la mejor dirección. El premio Asecan de honor fue para la cineasta granadina Chus Gutiérrez, por su trayectoria como directora y guionista, y para Canal Sur Radio y Televisión por su apoyo al sector audiovisual andaluz. De otro lado, el premio a la mejor interpretación femenina fue para Adelfa Calvo, por su trabajo en El autor, y Juan Diego se llevó el de mejor interpretación masculina por su papel en No sé decir adiós.

OTRAS DISTINCIONES / El autor consiguió también los galardones al mejor guión (para Manuel Martín Cuenca, en colaboración con Alejandro Hernández); al sonido (para Daniel de Zayas); al vestuario (para Esther Vaquero, en cooperación con Pedro Moreno) y a la dirección artística (para Sonia Nolla). Basada en la novela El móvil, de Javier Cercas, esta es una de las películas favoritas de los premios Goya, para los que tiene nueve nominaciones.

Además del reconocimiento a la mejor interpretación masculina, No sé decir adiós, dirigida por Lino Escalera, fue galardonada con los premios a la música original (para Pablo Trujillo) y a la dirección de producción (para Damián París). De otro lado, el cantaor José Mercé se hizo con el de canción original por el tema Poderoso caballero de la película Oro, dirigida por Agustín Díaz Yanes.

El premio de dirección de fotografía recayó en Miguel Amodeo por Morir y el de efectos especiales, en Armando Sepúlveda y Alejandro Landero por La gran ola. El mar que nos mira de lejos, de Manuel Muñoz Rivas, fue distinguido como mejor documental; Cachorro, de Jesús Rivera, como cortometraje de ficción y El mundanal ruido, de David Muñoz, como corto documental.

Además, el premio a la mejor película sin producción andaluza fue para Verano 1993, dirigida por Carla Simón; y a la mejor película extranjera, para La La Land, la ciudad de las estrellas, de Damien Chazelle. El Asecan a la labor informativa fue para la plataforma FilmAnd, mientras en la categoría de otros formatos se impuso Buster, una webserie de Different Entertainment para Flooxer. El premio a la industria fue para el exhibidor onubense Luis Millán.

La gala fue presentada por los cordobeses Rafael Pontes, que se preguntó desde el escenario por la ausencia de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y Marta Jiménez. Junto a esta reivindicación, el director de Canal Sur, Joaquín Durán, pidió defender «el habla andaluza», en referencia a las críticas por el acento de los personajes de la serie La Peste.

Redacción / EFE – Sevilla.

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Foto de familia con todos los premiados en la gala Asecan. – A.F. PICTURE/ BELÉN VARGAS

También han sido premiados los cordobeses Manuel Lamarca, Paco Rodríguez y el colectivo Brumaria de Fuente Obejuna
El cineasta de Montilla Juan Carlos Rubio ha obtenido el premio a la mejor Dirección Novel por su película Las heridas del viento, en la gala de los Premios Asecan del Cine Andaluz, celebrada este sábado. Otro cordobés, Paco Rodríguez, ha sido galardonado con el premio Asecan al mejor Maquillaje y/o Peluquería, por su trabajo en el filme Abracadabra.

El reconocimiento a la Labor de Difusión del Cine en Andalucía también se ha ido para la provincia cordobesa, en concreto para el colectivo Brumaria de Fuente Obejuna.

Y otro cordobés, el profesor de la escuela de arte de Jaén Manuel Lamarca ha logrado el premio al Libro de Cine por su obra «Jerry Lewis. El día en el que el cómico filmó».

‘EL AUTOR’ TRIUNFA CON SIETE PREMIOS

La película El autor, del almeriense Manuel Martín Cuenca, ha sido la triunfadora de los Premios Asecan del Cine Andaluz, al obtener siete galardones, entre ellos al de mejor filme y la mejor dirección.

La gala de la 30 edición de estos premios se ha celebrado en el Teatro Lope de Vega de Sevilla y en ella se ha entregado el Premio Asecan de Honor a la cineasta granadina Chus Gutiérrez, por su trayectoria como directora y guionista, y a Canal Sur Radio y Televisión por su apoyo al sector audiovisual andaluz.

El premio a la mejor interpretación femenina ha sido para Adelfa Calvo por El autor y Juan Diego se ha llevado el premio a la mejor interpretación masculina por su trabajo en No sé decir adiós.

El autor, una película coproducida en Andalucía y con un equipo mayoritariamente andaluz, ha conseguido también los premios al mejor Guión (para Manuel Martín Cuenca en colaboración con Alejandro Hernández); al Sonido (para Daniel de Zayas); al Vestuario (para Esther Vaquero en colaboración con Pedro Moreno); y Dirección Artística (para Sonia Nolla).

Basada en la novela El móvil de Javier Cercas, El Autor es una de las películas favoritas para los Premios Goya, para los que tiene nueve nominaciones.

Protagonizada por Javier Gutiérrez, narra la historia de un hombre que quiere ser escritor y que, incapaz de escribir una buena novela, comienza a manipular a vecinos y amigos para crear un buen argumento.

Además del premio a la mejor interpretación masculina, No sé decir adiós, dirigida por Lino Escalera, ha sido galardonada por los premios a la Música Original (para Pablo Trujillo) y a la Dirección de Producción (para Damián París).

El cantaor José Mercé se ha hecho con el premio a la Canción Original por el tema «Poderoso caballero» de la película «Oro», dirigida por Agustín Díaz Yanes.

El premio Asecan de Efectos Especiales para Armando Sepúlveda y Alejandro Landero por La gran ola.

El mar que nos mira de lejos, de Manuel Muñoz Rivas, ha ganado el premio al mejor Documental; Cachorro, de Jesús Rivera, al Cortometraje de Ficción; y El mundanal ruido, de David Muñoz, al Cortometraje Documental.

El premio a la mejor Película sin Producción Andaluza ha sido para Verano 1993, dirigida por Carla Simón; y a la mejor Película Extranjera para La La Land, la ciudad de las estrellas, de Damien Chazelle.

El Asecan a la Labor Informativa se lo ha llevado la plataforma FilmAnd.

En la categoría de Otros Formatos se ha impuesto Buster, una webserie de Different Entertainment para Flooxer y el premio a la Industria ha sido para el exhibidor onubense Luis Millán.

La gala ha tenido, como suele ser habitual, un aspecto reivindicativo del sector con las administraciones, como la del presentador de la gala, Rafa Pontes, que se ha preguntado desde el escenario por la ausencia de la presidenta de la Junta, Susana Díaz.

El director de Canal Sur, Joaquín Durán, ha pedido desde el escenario defender «el habla andaluza», en referencia a las críticas por el acento de los personajes de la serie ‘La Peste’, rodada en Sevilla por Alberto Rodríguez.

El presidente de Asecan, Javier Paisano, ha resaltado en su discurso una «tendencia» del cine andaluz que comenzó hace ya cinco años «y que debemos cuidar como se cuida el brote de un árbol que cuando crezca nos dará mucha sombra».

Redacción / EFE

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García Baena, en la exposición ‘Rumor oculto’ que homenajeaba al poeta en 2009. – FRANCISCO GONZÁLEZ

Manuel Gahete recuerda la obra del poeta y los encuentros que mantuvo con García Baena
No puedo recordar con exactitud el día en que conocí a Pablo García Baena pero tuvo que ser en el año 1986 cuando recogía el premio Ricardo Molina, convocado por el Ayuntamiento de Córdoba, siendo Pablo, como presidente, junto a Francisco Carrasco y Manuel de César, componentes del grupo Zubia, algunos de los miembros del jurado que otorgaban por vez primera el galardón a un cordobés, exiliado en la alta sierra de la legendaria Fuente Obejuna. Pero ya conocía a Pablo a través de sus libros, mucho antes de que el fulgor del Premio Príncipe de Asturias, concedido al poeta en 1984, esclareciera su figura. Yo, entonces, no era más que un escritor diletante que impartía clases de lengua y literatura en un instituto de la serranía norte de Córdoba, sabedor de que los versos de Pablo herían las fibras de mi joven y acelerado corazón. Cinco citas capitales entibaban la primera obra poética asumida que afluía de mi ánimo con el título Nacimiento al amor. La primera era de Vicente Aleixandre, amigo de los poetas de Cántico y referente álgido de algunos de los escritores más notables del siglo XX, aunque su brillo se haya desgastado por la erosión de nuevas estéticas más o menos falibles. La segunda pertenecía a Gabriela Mistral. El que para mí constituía uno de los poemas esenciales venía introducido por la cita de Pablo. La cuarta era de Ricardo Molina, para concluir con una quinta cita de Luis Cernuda.

Bebía de estos poetas como si no hubiera otro alimento, pero los libros de Pablo tenían entonces significación especial. Rumor oculto me evocaba el ardor y el aturdimiento de la adolescencia que latía con intensidad. En él trasparecían los primeros amores y olvidos, inflamados de una grave elegía melancólica que no aminoraba el tono dramático de la inconstante juventud: «en ti hay algo que es mío y no lo sabes,/algo que entro en mí a pesar de ti mismo,/y es esa indiferencia que te hiela los labios/a la que yo amo más que a la amable sonrisa». Mientras cantan los pájaros, publicado en mayo de 1948, fue el primer texto de Pablo que tuve entre mis manos y aún sigue ocupando un lugar de excepción en mis estanterías pobladas de libros. La voz del poeta desvela en su vértigo íntimo el lujo verbal de los simbolistas franceses con ese acento amargo de hedonista desilusión: «Mirad ese carro en la noche que detiene sus ruedas en el camino./Así es mi vida./En el fango se han hundido las ruedas/y yo oigo la blasfemia del látigo/el largo resoplar sudoroso de las mulas/el esfuerzo que hincha el torso desnudo de los hombres/y la rueda resbala sin avanzar». Junto a los versos de Pablo, las viñetas de Miguel del Moral, su amigo del alma, con el que compartimos jornadas casi mágicas en el estudio-desván iluminado solo por los resquicios del sol entre los contrafuertes de las ventanas. Entre los muros fríos de la clara penumbra contuve la palabra y los deseos castos de aspirar aquel viento mítico y misterioso. No he vuelto a pisar esas losas que hervían como brasas ni a contemplar la celosía, el cielo, por los vanos de pájaros huidizos, pero no dudaré en proclamar el himno de sus nombres desde el hondón de la memoria. Nunca abandonó Pablo ese deseo sereno del beatus ille horaciano por las calles de Córdoba. En Antiguo muchacho nos remite indefectiblemente a la evocación de la infancia, tachonada de pasión y melancolía, recuerdos de niñez envueltos en la resonancia del paraíso que no ocultan con su veste fastuosa el dolor de la atrabiliaria existencia: «Y, como el nadador (…) deja escurrir los dedos del agua por su cuerpo desnudo (…) así a ti me vuelvo/buscando tu sonrisa en mi sonrisa,/tu mirar en mis ojos/y tu honda voz pura, antiguo muchacho,/fluyendo como un agua fresquísima/del manantial cegado de los días».

Junio siempre ha sido, para mí, un libro esencial. Editado en Málaga en 1957, canta el triunfo carnal del amor. La sensualidad domina la palabra que fulgura incendiando la oscuridad de la noche: «Bajo tu sombra quiero esperar las mañanas fugitivas de frescura/y los atardeceres largos como miradas/cuando todo mi ser es un canto al amor,/un cántico al amor entregado,/mientras las manos se curvan sobre las espaldas desnudas/y mis párpados se tiñen con el violento jacinto de la dicha». Un año después aparece Óleo, donde el poeta habla desde la soledad y el arrepentimiento. Algo se ha trasmudado en su palabra, en su sentir hedonista.

Tras el pagano carnaval de Junio, Pablo se sumerge en un angosto Miércoles de Ceniza, reparación inconsciente de los deseos que laten sin haberse cumplido: «Otra vez tu ceniza, Señor, sobre mi frente». El canto jubiloso del carpe diem que exalta el goce de los cuerpos se ha tornado maduro, duro, macilento, sin apenas haber saboreado su dulce encarnadura. En este libro hallamos uno de los poemas más conocidos de Pablo: «Palacio del cinematógrafo» que muchos han asociado con la eclosión de los novísimos, situándolo, para la crítica, entre los dos grandes movimientos del siglo XX: la generación del 27 y los escogidos por Castellet. Nunca sintió especial afecto por los poemas de Almoneda. 12 viejos sonetos de ocasión, trece para aviso de supersticiosos, ya que habían sido compuestos con motivo de alguna celebración u homenaje. Mucho más al uso de la poesía de circunstancias son los Gozos para la Navidad de Vicente Núñez, un conjunto de felicitaciones navideñas enviadas al poeta y amigo aguilareño en diferentes años. He coincidido en diferentes ocasiones con Pablo en el premio dedicado al amigo aguilareño por la Diputación de Córdoba. Días antes del fallo me llamaba sin falta para preguntarme sobre mis libros preferidos y así charlábamos largo y tendido sobre ellos y otras cuestiones de la poesía y la vida.

Siempre me reconvino sobre lo poco que iba a visitarlo, cuando tantos amigos llegaban hasta su residencia en Obispo Fitero reclamando su compañía. Finalmente, en la Navidad de 1990, acudí a su casa con Fieles guirnaldas fugitivas bajo el brazo. «Para Manuel Gahete, por su amistad y poesía, en estas fiestas. Pablo. Navidad 90». Con este breve apunte, certero, afable, me dedicaba los versos áureos de un libro que significaba regreso a la nostalgia o el presagio sordo de la muerte. Ya, con el libro Antes que el tiempo acabe, Pablo había iniciado su etapa de madurez. Es como si el poeta retornara en la búsqueda de otros campos elíseos que tendrían que esperar.

En 1995, respondiendo al envío de mi obra El cristal en la llama, me honraba de nuevo con su palabra y su amistad: «Hace tiempo que tengo una deuda contigo, agrandada ahora en las largas tardes del verano cuando releo tu antología ardida y me encuentro con ese soliloquio de amor, el embeleso de la poesía hablando sola, como si nada importara en el mundo tanto como ese grito o belleza o susurro o sollozo». En 1998, Visor publicaba la poesía completa de Pablo. Recuerdo que interveníamos en un acto organizado por la Diputación de Córdoba, donde participábamos tres generaciones literarias. A su término, Pablo me regaló el ejemplar de la obra que guardo como un tesoro. Esta era entonces su dedicatoria: «Mi poesía casi completa (1940-1997), para Manuel Gahete, esta tarde de Junio y poesía en Córdoba». Cuando en 2006, Pablo publica Los campos Elíseos ya era digno de todos los reconocimientos. Solo le ha faltado el Cervantes. El reflejo de Góngora y el lamento por Córdoba fluyen en el ánimo de quien convirtió su mirada en palabra y su palabra en mester sagrado. Evoco ahora cuando me escribía que mi voz estaba «sola crepitando, llama que rompe los cristales del alma. Soledad del poeta». Así nos dejas, solos, huérfanos y náufragos, con el peso ligero de tus versos que no volveremos a oírte recitar; versos inolvidables que provienen de los antiguos salmos y traen ese confín oloroso de lo presentido y el misterio, entallados por la seguridad de la mano maestra que esculpe el mármol pétreo; poemas para seguir creyendo que Pablo será siempre un piélago de luces, un mar sin horizontes.

Manuel Gahete Jurado.

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