La N-432 (Badajoz-Granada) suma otros dos y se sitúa a la cabeza de la red con una docena
Las carreteras de Córdoba tienen ya 12 puntos y 33 tramos vigilados con radares tras la última actualización del mapa de zonas controladas que ha efectuado la Dirección General de Tráfico (DGT). La novedad respecto al listado anterior es la inclusión de otros tres tramos de carreteras convencionales controlados con radares móviles, en concreto, dos en la N-432 (Badajoz-Granada) y otro en la A-424 (Cardeña-Pozoblanco). En el caso de la N-432, los nuevos tramos de intensificación de vigilancia de la velocidad son los comprendidos entre Fuente Obejuna y Belmez, y entre esta última localidad y Espiel. En cuanto a la A-424, el que va de Cardeña a Villanueva de Córdoba.
Con estos tres tramos nuevos, Córdoba pasa a contar ahora con 45 zonas vigiladas con radares entre fijos y móviles (ver gráfico), y a la cabeza, con 12, se sitúa la polémica N-432, para la que se está pidiendo su conversión en autovía. De esta docena de la Badajoz-Granada, tres son puntos controlados con radares fijos y los otros nueve, tramos en los que se emplean aparatos móviles.
La elaboración y publicación de los tramos vigilados con radares móviles (el listado se puede consultar en www.dgt.es) la viene haciendo Tráfico desde enero del año pasado con la idea de que los conductores, «cuando transiten por ellos, extremen las medidas de precaución y cumplan los límites de velocidad establecidos». De su lado, la DGT intensifica en ellos la vigilancia y aplica los controles integrales, que implican que, además del de velocidad, al infractor que es parado se le realizan pruebas de alcoholemia y drogas, así como la revisión de la documentación para comprobar que están en regla el permiso de conducción, la inspección técnica (ITV) y el seguro obligatorio.
Este mayor control en las carreteras convencionales responde a que un alto porcentaje de las víctimas mortales se producen en estas vías y Tráfico quiere atajar este problema. En el caso de Córdoba, el año pasado fallecieron 14 personas en accidentes de tráfico y 10 de ellas (el 71%) perdieron la vida en vías convencionales. En el caso de la N-432, el año pasado registró a su paso por Córdoba 126 siniestros en los que perdieron la vida dos personas, otras diez resultaron heridas graves y 57 sufrieron heridas leves.
Para elaborar el listado de tramos en los que se intensifica la vigilancia, la DGT hace un seguimiento de los accidentes, tanto graves como en general, y la velocidad media de circulación. Además, el pasado agosto inició una campaña de señalización de los más peligrosos con una señal fija situada bajo la vertical de limitación de velocidad. Según resalta Tráfico, la velocidad es uno de los componentes fundamentales que determina la siniestralidad vial, la gravedad y el grado de lesión de las víctimas en caso de accidente, de ahí la importancia de controlar de forma efectiva la velocidad a la que se circula, sobre todo en las vías convencionales.
Rafael de la Haba