Comienzan los días en los que aumentan las visitas a la feria mellariense
Ambiente El recinto feria tiene este año nueva iluminación. – Foto:EVA M. HERAS
Comienza el fin de semana y Fuente Obejuna se prepara para acoger a los vecinos de la comarca que se sumarán a los de su extenso núcleo de población, para compartir noches de feria. Son momentos para saludar a los amigos, con quienes se comparten amenos ratos de conversación, ver las caras de felicidad de pequeños –y no tanto– en atracciones como los hinchables, las colchonetas, el tren de la bruja, el scalextric o el canguro, probar suerte en la tómbola o en la pesca de los patitos.
Algunas familias deciden degustar la gastronomía local antes de dirigirse al recinto ferial y las mesas de las terrazas se llenan de frituras, raciones de patatas bravas o de lechón. Otra opción es la del clásico pollo asado y los pinchos morunos, las variadas baguettes e incluso el queso de La Calaveruela, del que a medianoche habrá cata en la caseta municipal, donde la entrada es gratis y podremos bailar con la música de las distintas orquestas que amenizan las veladas. Allí acuden los más jóvenes después de pasar por su carpa, algunos para brindar con el mojito que preparan en un minuto. La unanimidad, en la churrería, al final de la noche.
Y será el domingo cuando se comprará el juguete, el capricho en algún puesto o el turrón para los que deciden quedarse en casa. Pero, antes, queda mucha feria.
