ESTA ES LA SEXTA EDICIÓN EN LA QUE SE LLEVA A CABO ESTA ACTIVIDAD, ALLÍ ENSEÑARON A LO LARGO DEL DÍA, COMO VIVÍAN NUESTROS ABUELOS Y BISABUELOS, CÓMO SE DIVERTÍAN, A QUE JUGABAN DE PEQUEÑOS
La aldea mellariense de Posadilla, se vistió con sus mejores galas para viajar al pasado y dar vida a su Museo etnológico de usos y costumbres populares.
Esta es la sexta edición en la que se lleva a cabo esta actividad, Allí enseñaron a lo largo del día, como vivían nuestros abuelos y bisabuelos, cómo se divertían, a que jugaban de pequeños, que herramientas utilizaban, cómo pasaban el tiempo libre, en definitiva, como era el día a día y lo cotidiano por aquellos años, finales de siglo XIX y principio del XX. Incluso que olores había por aquellos entonces en plena naturaleza del Valle Alto Guadiato; olores que afortunadamente hoy en día podemos seguir disfrutando de ellos.
Esta actividad concentró a un gran número de visitantes que a lo largo del día, la de este año ha superado las cifras de pasadas ediciones y la organización cifró en más de 3.000 las personas que pasaron por la aldea, oliendo a jara, tomillo, romero, hierba buena y alguna que otra planta más, esparcidas en la calle que da acceso al Museo de Costumbres Populares, que con tanto acierto y tesón han conseguido llenar de escenas populares con objetos de todo tipo, tantos que de tener el triple de espacio podrían exponerlos sin miedo a quedarse con espacio libre.
Allí estaban cincuenta actores de todas las edades, sin contar a los de apoyo de la organización, derrochando simpatía y agrado, vestido especialmente para la ocasión con ropa de la época mencionada, recordando sus costumbres, sus oficios, sus aficiones, representando tanto en el interior, como en el exterior, escenas en la taberna, la herrería, la zapatería, la carpintería, la sala de lecturas y cine, el chozo de paja de los pastores, la barbería, bordando, haciendo encaje de bolillos, reparando la escopeta, cargando cartuchos, sacando la miel de las colmenas, haciendo queso o vino, pesando con romanas de todos los tamaños, haciendo migas, embuchando chorizo y morcilla con carne de la matanza del cerdo, el orfebre, la parturienta dando a luz en su propia cama, auxiliada por una comadrona y la vecina, recién casados enseñando su ajuar, herrando un caballo, esquilando ovejas, jugando como lo hacían los niños de antes, cazando con perdiz de reclamo, los niños en el colegio. Por no faltar, no faltó ni la pareja de la Guardia Civil vestida incluso con su grueso capote.
La actividad se completa con varias carpas, donde se pudieron degustar productos realizados en Posadilla y en general en toda la comarca del Guadiato, como el vino de pitarra, la morcilla, chorizo y salchichón, el pan, las flores y pestiños con miel, tortas de pascua y perrunas de varias clase.
La alcaldesa de Fuente Obejuna, Isabel Cabezas, junto al director del museo, Mateo Díaz Ríos, inauguraron la presente edición,
Cabezas destacó la gran afluencia de público que este año han visitado la aldea mellariense.
Infoguadiato.