Cumplen con la tradicional rifa del nabo y el reparto de naranjas
El pequeño Manuel Calzadilla, el párroco y un grupo de vecinos.
En una jornada especialmente fría, el lanzamiento de cohetes anunciaba ayer comienzo de una jornada festiva, en la que los mellarienses honraron a su patrón, San Sebastián.
Los actos comenzaron en la ermita del Santo, lugar donde se impartió la eucaristía concelebrada en la que el párroco, Juan Laguna, solicitó la protección del patrón para el municipio. Esta misa, cantada por el Coro Parroquial, puso fin a la novena que se ha venido celebrando previamente. Después tuvo lugar la procesión, en la que participó la banda municipal de música y, a su término, el párroco bendijo las 300 naranjas que se regalan a los asistentes, quienes, cumpliendo la tradición, las conservan durante todo el año. Más tarde se rifó el tradicional «nabo de San Sebastián» y el Ayuntamiento ofreció a los los vecinos «migas y una copa de vino», merienda que debido a la meteorología se celebró en el interior del edificio Manuel Camacho.
La alcaldesa, Isabel Cabezas, pidió al patrón «que nos ayude a mejorar la situación laboral y a desbloquear muchos proyectos»; Ana Trenado, «paz, trabajo, por mis hijos y por mis nietos»; y Dolores Serena «que a mi hija no le falte el trabajo»
