Las mediciones realizadas por el Instituto de la Seguridad Radioactiva “Belrad”, de Bielorrusia, a los seis niños acogidos por familias del término municipal de Fuente Obejuna, confirman la reducción de cesio en sus organismos.
Según el informe, en la primera de ellas, llevada a cabo el pasado 23 de junio, – día de salida de su país – los datos fueron: 23,92 bequerelios para un niño de 14 años, 26,04 para la niña de 9 y 19,63 para la de 12. La cifra para una pequeña de 8 era de 27,86 y para la de la de 11 años, 25,60. Finalmente, otra de sus compañeras, también con 8 años, dio 40,36.
En la segunda, que se realizó el 14 de agosto, también en el aeropuerto internacional Minsk bielorruso, estas cantidades habían disminuido, ya que en el organismo del niño de 14 años se cifraron 12,77 bequerelios; la de 9 contaba 22,30 y la de 12 con 12,33. En la de 8 se midieron 22,43, el resultado de la de 11 años ha sido 20,15 y la segunda de las pequeñas nacida hace 8 años tuvo 31,91.
El instituto Belrad midió también la cantidad de potasio con que contaban los niños y comprobó un aumento considerable de este mineral, producido tras el período de saneamiento que pasaron en Fuente Obejuna, que le lleva a deducir que “a mayor concentración de potasio en el organismo, menor cantidad de cesio”, que implica que “si la cantidad de este es deficitaria, existe mayor probabilidad de que el cesio radioactivo ocupe su lugar y se adhiera a los huesos”.
Tras el análisis de los resultados, fuentes de la asociación mellariense de acogida Matrioska-Fons Mellaria, han manifestado que “podemos comprobar la importancia que tiene para estos niños la estancia en zonas limpias, durante períodos de tiempo sucesivos”. Añadiendo además, que “dos de estos niños, han venido durante siete y cinco años respectivamente, y esto coincide con una disminución de la radioactividad, en ambas anotaciones.
Desde Matrioska-Fons Mellaria se explica que “se trata de pequeños sanos, pero que cuentan en sus organismos con un índice que en un futuro, les puede llevar a desarrollar una enfermedad, por lo que desean realizar un llamamiento “para que busquen en su comarca asociaciones que trabajen en la zona de Chernobyl y ofrecerles a estos niños, un futuro sin enfermedad”.
Podrán contactar con ella en matrioska.fonsmellaria@gmail.com
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