Manuel Canseco dirigirá la representación de «Fuenteovejuna» que tendrá lugar entre los días 21 y 25, ambos incluidos, en la localidad mellariense. Estamos a quince días, pues, del estreno de una de las iniciativas pioneras en cuanto a teatro popular se refiere.
– Manuel, ¿En qué situación se encuentran en estos momentos, los preparativos de la puesta en escena?
– Ahora es cuando se empieza a complicar absolutamente todo. Es el momento en que se produce siempre ese desconcierto pero, a partir de aquí, es cuando todo empieza a «rugir» de verdad y el trabajo del coreógrafo se va a juntar con el del maestro de espadas, el de ellos con el mío… todo empieza a dejar de ser una parte para convertirse en un todo único.
– ¿Podría decirme qué tiene de peculiar esta «Fuenteovejuna»?
– Hemos intentado darle la peculiaridad de que no sea exactamente la general de Lope de Vega, sino la traslación de toda la idea lopiana al hecho de una plaza física, con una gente que se siente absolutamente heredera de aquello que ocurrió o al menos, cuenta Lope, el que la plaza sea motivo básico donde se desarrolla la acción y donde hemos procurado que el resto de acciones que no son en Fuente Obejuna, sean un poco más marginales que esta, es lo que tiene de fundamental.
Por otro lado, casi siempre se carga la acción en uno de los dos escenarios y nosotros las hemos repartido entre los dos. Hemos pensado en que el graderío, que no es excesivamente alto, acoge a 1000 personas y que el hecho de que nosotros estemos disfrutando haciendo esta versión de «Fuenteovejuna», no impide que nos preocupemos de los espectadores que vienen a ver una obra de Lope, de una manera especial, puesto que se desarrolla en el propio sitio.
-Finalmente, ¿por qué hay que venir a ver «Fuenteovejuna»?
-Por dos razones fundamentales: porque es uno de las cuatro o cinco obras cumbres del teatro del Siglo de Oro español y eso sería suficiente cada vez que se haga, la haga quién la haga. Es decir, que el texto de Lope, ya merece la pena. También porque hemos intentado arropar este trabajo, no solamente con el entusiasmo y el buenhacer – que quiero destacarlo – de la gente del pueblo, sino que nos hermos rodeado de un gran número de profesionales
Guadiato información.
