Primavera

En el periódico del Valle del Guadiato editado en Peñarroya-Pueblonuevo, cuyo título es “El Periódico”, en el nº 243, correspondiente al mes de Junio – 2012, nuestra compañera del Club de Lectura: María José Robas Molero, ha publicado el siguiente relato y poesía:

PRIMAVERA

Astronómicamente, la primavera es una transición entre el invierno que dejamos atrás y la inminente llegada del verano. Comienza con el equinoccio sobre el 20 o 21 de marzo en el hemisferio norte y entre el 22 y 23 de septiembre en el hemisferio sur terminando con el solsticio, alrededor del 21 de junio y 21 de diciembre respectivamente. En la literatura, el sentido representativo de la primavera es la juventud; el término proviene de “prima” (primer) y de “vera” (verdor). Efectivamente en esta estación el verdor es prominente por doquier; los campos, los árboles, las flores, manifiestan todo su esplendor en esta “joven estación”.

No es casual que afecte tanto al cuerpo como al estado anímico; por tanto influye de manera notoria sobre todo en algunas personas: hay quien se siente mejor y con los ánimos elevados, en otras, las mismas causas degeneran en tristeza y depresiones, afectando a los procesos de sueños y a su vitalidad. Se producen cambios cerebrales que regulan la voluntad e implica consecuencias a nivel psicosomático, afectando a veces al apetito, al sueño y, a la tristeza; se le suele llamar “depresión primaveral”

Con los cambios orgánicos y endocrinos que sufre nuestro cuerpo, se influencia el estado afectivo innato en cada persona y que son promovidos por reacciones subjetivas al ambiente y al contorno de cada individuo. Hay expertos que opinan que durante este periodo las relaciones afectivas se intensifican, por aquello que se oye decir “la primavera la sangre altera” y algo llevan de razón pues al igual que en los demás seres de la naturaleza, en las personas ocurren cambios hormonales que afectan de distintas maneras al organismo tanto elevando su nivel de actividad, como deprimiéndolo.

En ello se implican varios factores donde la melatonina y la serotonina, tienen mucho que sumar o disminuir en nuestro estado emocional, ya que cuando su nivel aumenta, las motivaciones se elevan, decayendo cuando su funcionamiento se aminora.

No es un bulo que durante este período, aumente incluso la fertilidad si se es capaz de captar la energía que se desprende de esta estación repleta de luz solar y de visualizar la belleza que irradia la naturaleza, ya que las personas estamos relacionadas con el ambiente y el entorno que nos rodea y, por tanto, nos vemos sometidos a sus efectos.

—Si me vieras soñar a cielo abierto

al cobijo sutil de las estrellas;

si me oyeras gritar versos al viento

mientras sienten tus labios que los besan.

Si notaras el pulso desbordarse

engranando cauces de savia nueva

y, descubrieras que el páramo es más verde,

el cielo más azul, el agua más ligera…

Es la explosión de un ciclo renovado

eterno y joven… Su nombre es, primavera.

                                                                                                               Mariajosé Robas Molero

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