Bailar favorece las relaciones sociales y es una fuente de salud, tanto física como psíquica. Así lo están comprobando cuarenta y una parejas de Fuente Obejuna, Peñarroya-Pueblonuevo y de la localidad pacense de La Granja de Torrehermosa. De la mano de Rafi García y Rafa Guarnizo, aprenden bailes de salón como el merengue, la bachata, el pasodoble, el cha-cha-cha o el rock and roll. Rafa y Rafi impartieron antes otro curso, promovido por la asociación de mujeres Laurencia, y ahora lo hacen gracias a una iniciativa de la concejala de Igualdad y Servicios Sociales, Montse Ventura. En cuanto a la respuesta obtenida, afirman que están gratamente sorprendidos, porque «no nos esperábamos tantos alumnos». Y es que además hay una lista con diez parejas interesadas en aprender con Rafi y Rafa, que también imparten clases en la localidad ciudadrealeña de Guadalmez, en Córdoba y en seis municipios de la provincia, a casi 200 personas.
Entre los mellarienses se encuentran Manoli y Rafael, que acuden por segunda vez. Manoli destaca que «estoy aprendiendo muchísimo a bailar, me encanta y me divierto mucho». Isidro y Elisa añaden que les gusta «porque haces ejercicio, convives con las demás parejas y te ríes mucho». Entre los veteranos están Obdulia y Antonio, con «sesenta años y pico», que afirman que asisten «porque nos gusta mucho pasarlo bien y divertirnos».