A la mayoría de ellas jamás se les pasó de niñas por la cabeza que una mujer gobernaría el Ayuntamiento de su pueblo y mucho menos que ese papel se les iba a encomendar. Hijas del siglo XX, las féminas que hoy dirigen las riendas consistoriales del Valle del Guadiato fueron testigo de la decadencia del motor económico de la comarca, la mina, y con ello, de la llegada de índices de desempleo con los que era difícil pelear. Cuando apenas ha empezado a quemarse el XXI, sus vecinos han querido dejar en sus manos ese combate por el desarrollo en que se convierte para ellas cada día de alcaldía en Peñarroya-Pueblonuevo, Los Blázquez, Belmez, Fuente Obejuna, Villanueva del Rey y Obejo, algo muy similar a lo que ocurre en la vecina y pacense Azuaga. Son algo así como “las siete magníficas”, dispuestas a empuñar las armas para luchar contra los elementos en tiempos de crisis económica.
Yo me metí en política porque siempre tuve inquietud por aportar mi pequeño granito de arena a mi pueblo. Me preocupaba la escasa participación de la mujer en la escena política; afortunadamente eso se ha ido superando”, apunta Justa Sáez (PP), la primera regidora municipal que ha tenido Los Blázquez y que, al margen de esa labor, es empresaria agrícola. “Soy alcaldesa desde el año 2000 y concejal desde 1991. Los Blázquez es un pueblo muy pequeño y acogedor, con sólo 787 vecinos, por lo que somos una gran familia. Cuando alguno tiene un problema, el primer lugar al que acude es al Ayuntamiento, y a mí me gusta ayudar a resolverlos. Es un trabajo muy gratificante”, apunta.
Justa tiene muy claro que uno de los grandes problemas de su pueblo es la falta de empleo. “Estamos poniendo las bases con cursos y talleres, como los que se han impartido de ayuda a domicilio, geriátrico y jardín de infancia. Luego, construiremos una guardería infantil y un centro de día, con los que se crearán plazas para el alumnado formado”, subraya. No obstante, para la alcaldesa, la madre de todos los problemas que afecta ahora no sólo a su municipio sino a todo el Valle del Guadiato es la declaración de 34.000 hectáreas de la comarca como Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA). “No queremos esa declaración porque supone muchas restricciones y limitaciones. De hecho, ya la hemos empezado a sufrir. Ocho personas solicitaron unas subvenciones para electrificación rural y Medio Ambiente emitió un informe desfavorable, con lo que alguno de ellos se ha visto incluso obligado a dejar su explotación”, recalca.
De la misma opinión es su homóloga en el Ayuntamiento de Fuente Obejuna, la también popular Isabel Cabezas. “Esta medida es un auténtico freno al desarrollo de una comarca. No sólo paraliza la electrificación del campo, sino que impide proyectos importantes como la proyectada pista de ultraligeros con capacidad para un futuro aeródromo de mercancías o una planta termoeléctrica. La Junta no puede imponernos la ZEPA por decretazo y nos va a tener enfrente si vemos peligrar esa iniciativa con la que prevemos crear unos 200 puestos de trabajo en dos años”, insiste la regidora mellariense.
Isabel cambió el sillón municipal por su trabajo durante 14 años como auxiliar de clínica dental. “Me considero una mujer inquieta y activa y ese fue uno de los motivos por los que entré en política en 1999. Creía que Fuente Obejuna no iba por el camino correcto y que no se estaban gestionando bien los fondos Miner [los llegados del Estado para la reconversión de la cuenca minera]”, apostilla. Desde entonces cuenta que tiene una espinita clavada al respecto, “la de que entre 1999 y 2003 no pudimos acabar proyectos importantes, que luego vinieron a menos con la llegada del PSOE a la alcaldía”. Mientras que en lo personal tiene otra: “Tengo un hijo de 20 años, pero en aquella época me pilló en plena adolescencia, en una edad muy complicada y en la que le debes dedicar mucho tiempo. Creo que debí dedicarle mucho más…”, recalca.
La alcaldesa es consciente de que su municipio ha perdido mucha población por la falta de empleo. “Los jóvenes no pueden estar a expensas del Plan de Empleo Rural”, relata. Por eso, abandera como primer objetivo, precisamente, el de la creación de puestos de trabajo y cree que para ello es muy importante el polígono industrial El Blanquillo. “Las empresas que se van a instalar en El Blanquillo van a sentar las bases para atraer a otras empresas”, sostiene, a la par que incide en que los fondos Miner deben servir para crear empleo incentivando a las empresas y a los jóvenes. “Hasta ahora, los Miner no se han utilizado todo lo bien que se deberían haber utilizado, ya que se han invertido, entre otras cosas, en hacer carreteras, algo que le correspondía hacer a otras administraciones”, apunta.
Al igual que Justa Sáez, Isabel Cabezas ve cómo su despacho es día a día una consulta psicológica donde escuchar los problemas de los vecinos. “Soy de las que defienden que en ningún momento hay que mentirles. Lo que se les puede hacer, se les hace, pero mentirles nunca porque ya están cansados de palmaditas. Mi única pretensión es la de ser una buena alcaldesa para todos los mellarienses”, sostiene. “No puede ser fácil llegar a pedir un favor, por eso me pongo en su piel y a mí me gustaría que se me atendiera así o que se portaran así con mi hijo”, añade.
Mujer con las ideas muy claras, Isabel Cabezas considera que el cáncer de la profesión son los políticos profesionales. “Me siento muy orgullosa de haber pedido mi excedencia para trabajar en el Ayuntamiento y no agarrarme como sea al cargo porque no tener otra cosa. No entiendo tampoco a aquellos políticos que no se posicionan en temas para no enfrentarse a su partido, como ocurre con la ZEPA. Eso es malo para el pueblo”, afirma.
No opina igual la alcaldesa de Peñarroya- Pueblonuevo, la socialista Luisa Ruiz para quien el problema suscitado por la ZEPA no es más que “una excusa para echarle la culpa a otros de tus propios males, como ocurría antes cuando había quien iba a cortar los accesos a El Cabril. Hay grupos políticos que utilizan ese tipo de actuación que en nada nos beneficia”. Luisa Ruiz también llegó al sillón municipal movida por la inquietud. Diplomada en Enfermería y con plaza en propiedad en el centro de salud de su localidad, desde 1989 ocupó puestos de gestión sanitaria en la Zona Básica de Salud de la localidad peñarriblense, participando en la reforma y en la modernización de la atención primaria. No obstante, en lo que sí está de acuerdo con sus compañeras de Los Blázquez y Fuente Obejuna es en que “el problema más inmediato es el de la falta de empleo”. “Aunque también es cierto —señala— que se están poniendo medidas. En Peñarroya era imprescindible contar con suelo industrial, que ya se tiene, y están comenzando a instalarse empresas”.
Sobre los Miner, defiende que el primero de los planes “pasó de puntillas”, mientras que el segundo “parece que se va a aprovechar más para traducirlo en puestos de trabajo después de que se haya dejado un poco de lado el tema político”. Precisamente, está convencida de que habrá un antes y un después en la comarca con la puesta en marcha del hospital de alta resolución —fruto de estas ayudas— que se levanta en tierras peñarriblenses. “Va a crear 200 puestos de trabajo y va a suponer que tendremos también a 35 minutos el hospital comarcal en Pozoblanco y a 45 minutos el regional Reina Sofía”, detalla. La alcaldesa incide en que otros proyectos que marcarán un antes y un después en su municipio son la Ronda Norte y la creación de suelo industrial “con 600.000 metros cuadrados recalificados y otros 600.000 en proyecto de recalificación”. Y es que defiende que, lejos de recurrir al típico cuento de la lechera con ese suelo, Peñarroya Pueblonuevo es un lugar idóneo para la ubicación de empresas. “Estamos en un sitio estratégico, muy cerca de Portugal, en la frontera con Extremadura y Castilla-La Mancha y a dos horas del puerto de Málaga”, sostiene.
Su cargo se resume en “trabajo, trabajo y trabajo”, subraya la mandataria. “El Ayuntamiento no tiene horas, sino una plena dedicación que tengo que compaginar con mi familia, que es la que sufre esa dedicación”, comenta. Y tiene claro que las infraestructuras turísticas van a ser importantes para el desarrollo del Guadiato. Asimismo, defiende que Peñarroya siempre ha tenido un espíritu comarcal. “Peñarroya es la capital del Guadiato. Si Peñarroya progresa, progresa la comarca y si Peñarroya se estanca, se estanca la comarca”, insiste.
“Empecé por casualidad en esto de la política y siempre me he considerado independiente. Comencé en el PSOE, pero nunca milité en ese partido ni en ningún otro”, destaca la alcaldesa de Belmez, Aurora Rubio. Antes de sentarse en el sillón de regidora con las siglas de IU tras las últimas elecciones, se ha curtido en gobiernos de coalición e incluso de concentración sin oposición municipal antes de ver cómo un pacto del PSOE y el Partido Andalucista le impedía gobernar en 2003. “Sí, he tenido una vida política agitada. Es como ser alcaldesa y no morir en el intento. Estamos en la calle todo el día e incluso hay días en los que me pregunto por la noche ‘¿Cuándo va a amanecer?’, de la cantidad de trabajo que tengo”, apostilla.
Al margen de cultivar el noble arte sobre el que tanto disertó Platón, Aurora Rubio es ama de casa. Se casó con 17 años y tiene dos hijos de 18 y 17 años. “Gracias a mi familia estoy en el Ayuntamiento, porque me apoyan en todo; desde mis padres a mi marido, que es quien cubre mi ausencia en la casa”, relata la belmezana, quien defiende que la crisis en la que está sumida la comarca, víctima del ocaso de la minería, se puede combatir con la llegada de empresarios que afiancen el empleo. “Estamos a la caza de esos empresarios que eviten que nuestros jóvenes se sigan marchando a Castellón y a otras zonas de España a buscarse la vida”, subraya. Para ello asegura que se están poniendo los mimbres necesarios generando suelo industrial con fondos Miner. “Las ayudas vienen bien, pero deben de venir acompañadas por un cambio en la mentalidad de asalariado de Encasur. Somos, junto a Peñarroya, el municipio con más renta per cápita de la provincia, pero el dinero no se invierte”, sostiene. La regidora ve un referente en la vecina Espiel y en su alcalde, el popular José Antonio Fernández, “que ha aprovechado los Miner al máximo para crear empleo; porque la gente se va animando a emprender si ve que la cosa funciona. Por eso es importante lo de captar a dos o tres empresas que generen 50 empleos y que le muestren así a la gente que aquí se puede vivir; en un entorno bellísimo, además. Esto es un efecto dominó y la primera ficha mueva a las demás”, recalca. Aurora Rubio está convencida de que para su municipio va a ser determinante tanto la compra de terrenos para suelo industrial como la puesta en marcha de la residencia de estudiantes de la Escuela Universitaria. “Si tuviera que trasladar la imagen de mi pueblo con un eslogan sería: Belmez es para sentir, vivir e invertir. El corazón del Guadiato”, remacha.
EL SILLÓN MUNICIPAL DE AZUAGA TAMBIÉN ES FEMENINO.
No es del Guadiato, pero como si lo fuera. Azuaga se encuentra en Badajoz, pero a escasos kilómetros de la comarca minera cordobesa y guarda también con ella la particularidad de que su sillón municipal es propiedad femenina. “Yo no había tenido contacto directo con la política. Trabajaba como secretaria en el Ayuntamiento de Peraleda del Saucejo”; así se presenta la popular María Natividad Fuentes, quien asegura que lo que le hizo cambiar de opinión fue que no le gustaba “cómo se estaban haciendo las cosas” en su pueblo y que se ilusionó mucho porque consiguió un equipo “bastante bueno” que la “arropara”. Casada y con tres hijos, defiende que es complicado compaginar su cargo con su vida familiar. “No obstante, al fin y al cabo, son muchas las
mujeres que trabajan mañana y tarde”, apostilla. María Natividad destaca que no le ha sido fácil agarrar las riendas municipales sin que se le suelten por los problemas financieros. “Cuando accedí a la Alcaldía me encontré un débito de unos 1.000 millones de las antiguas pesetas entre deuda y préstamos, y todo ello con una plantilla de trabajadores a los que obviamente hay que pagar todos os meses unos 300.000 euros entre nóminas y Seguridad Social, para lo que tenemos que hacer filigranas”, relata. Además, tiene claro que su papel en el Ayuntamiento pasa por fijar la población, aunque también es consciente de que se trata de algo muy difícil de lo que no escapan ni la mayoría de los municipios mayores. Cree que un buen antídoto sería la llegada de empresas y la consolidación de las que ya hay. “Notamos la falta de industria y, de hecho, queremos que se fijen en nuestro pueblo, por lo que hemos ampliado el polígono industrial recepcionando unos 100.000 metros cuadrados”, subraya. La alcaldesa de Azuaga tiene una fijación a modo de epílogo que resume en una sola frase. “Me he encontrado un Ayuntamiento con muchísimos problemas y tan sólo espero hacerlo bien, por el bien de mi pueblo”.
EL CASO CURIOSO DE OBEJO.
María Dolores López dirige desde 1999 el Ayuntamiento de un pueblo, Obejo, y de un núcleo poblacional, Cerro Muriano, que en parte es un barrio de Córdoba. Casada y con dos hijas, este último mandato lo afronta bajo las siglas del PSOE. Los anteriores encabezó la lista de la Unión Independiente de Cerro Muriano. No obstante, su entrada en el Ayuntamiento se produjo en 1995 como concejal socialista.
DE LA CAPITAL AL AYUNTAMIENTO DE VILLANUEVA.