Los aficionados al flamenco disfrutaron de este arte en la cuarta noche flamenca, que se celebró en un conocido mesón de Fuente Obejuna. De la presentación se encargó el escritor y miembro de la Peña Flamenca y Literaria Peñarriblense Antonio Monterroso, quien definió este cante como «milenario y que ha recorrido miles de fronteras».
Antonio Monterroso dijo que «sabemos que el flamenco está en muy buen momento». Ana Palomo y María de Juan interpretaron rumbas y tangos, cediendo luego el turno a Evaristo Cuevas, quien, acompañado a la guitarra por Antonio Contíñez, cantó malagueñas, alegrías, una soleá, una zambra dedicada «a mi tito Pepe», tangos y fandangos. Cerró su intervención con un «fandango valiente» dedicado a Fuente Obejuna.
Ana Palomo interpretó tientos-tangos, colombianas y bulerías, cediendo el turno al cantaor local Eusebio Medina, que fue recibido con grandes aplausos. El mellariense, acompañado también por Antonio Contíñez, interpretó peteneras, tientos-tangos, fandangos, soleá y siguirillas. El final de la velada lo pusieron María de Juan y Ana Palomo, con bulerías y fandangos de Huelva.