´Todos a una´ a la llamada del teatro

La cantera La implicación de los más jóvenes augura un largo futuro al proyecto teatral.

Unas trescientas personas, entre personajes con texto, el pueblo, la orquesta, coral y su director, están en escena en Fuenteovejuna . Son desde ingenieros a informáticos, pequeños que dan sus primeros pasos junto a sus padres y jubilados. La emigración ha hecho que no todos residan en estos momentos en la localidad y vienen de Bilbao, Barcelona o Madrid para colaborar en la obra de su pueblo . Igual es la idea que tenía Lope de Vega de la Villa mellariense.

María Moreno vive en el País Vasco aunque es de Piconcillo. Personaje de pueblo junto a su marido, Adrián Romero, y a ambos les encanta actuar.

Crecer con la obra

Francisco Javier Cabezas trabaja en la Oficina Municipal de Turismo. Ha participado cuatro veces en la obra, dos como Leonelo y otras tantas como Flores. Ahora encarna al alcalde Esteban, del que destaca su «fuerza a la hora de enfrentarse al Comendador, que no era fácil». Francisco Javier resalta el protagonismo que ahora tienen los niños. Manuel Alejandre, personaje de pueblo, ha colaborado en todas las ediciones de Fuenteovejuna y afirma que «está bien todo». Lucía Fernández, periodista que reside en Madrid es quizá la madre del niño más pequeño que actúa, de tres años y medio. Se llama Juan Colmenero Fernández. Su madre piensa que «para mi niño puede ser una experiencia a recordar siempre». Julio Alejandre, de siete años, está por vez primera en el espectáculo y lo que más le gusta es la batalla. En cambio, Francisco José Pulgarín prefiere la escena de «cuando le cortan la cabeza al Comendador». Tiene un año más que José y de mayor será «el Comendador porque ya se que aunque el pueblo lo mate, es de mentira». Laura Damián estudia empresariales, es Jacinta y lo que más le atrae es «el ambiente, los ensayos y lo bien que se porta el director, Emilio Goyanes y su equipo».

Entre los jóvenes también está la reina, Irene Sánchez. Colabora desde el año 2000 en Fuenteovejuna y este es su primer papel con texto. Va a iniciar sus estudios de medicina. Por su parte, Natalia Castillejo se prepara para ser ingeniera de montes. Antes participaba tocando el violín, ahora es Pascuala, de la que admira «su personalidad, fuerza, valor y su buen corazón». César Moya, estudiante de informática de 22 años, ha tocado en la orquesta, ha sido Barrildo y este año es Frondoso, personaje que según afirma «madura en la obra porque, para enfrentarse al Comendador hay que madurar con dos huevos». Matías Fernández estudia para ser ingeniero agrónomo e interpreta a Mengo, «el gracioso que intenta siempre quitar hierro al asunto». Matías ha sido pueblo y también formó parte de la orquesta cuando era pequeño. Paco Ruiz, es dinamizador juvenil y ha participado en cuatro ocasiones en Fuenteovejuna . Ahora es Flores, criado del Comendador, «un hombre huérfano que ha dedicado toda su vida a estar en la guerra y a acompañar a su señor. Es una persona fiel que se ve sola y se da a los Reyes Católicos». Isabel María Cortés, de 45 años vive en Córdoba, dedicada a cuidar a sus dos hijos. Es la primera vez que actúa y lo hace junto a ellos. Pablo es soldado y Julia es pueblo, como su madre.

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