Ayer tuvo lugar en Posadilla una reunión a la que asistieron la alcaldesa, Isabel Pérez, técnicos de la Diputación, el socialista Agustín Martín, representantes de la asociación de vecinos de la aldea y afectados por las obras de la carretera provincial 110.
El vicepresidente de la asociación, Angel Perales, informó de que los vecinos se quejan porque se ha actuado en los terrenos sin comunicarlo a los propietarios, que son alrededor de veinte. Perales explicó que durante las obras se ha cambiado el trazado de la vía produciéndose en las explotaciones enterramientos o la desaparición de los vallados existentes y taludes, lo que impide la entrada a las fincas, a pesar de que los accesos eran en muchos casos anteriores a la carretera.
El vicepresidente de la asociación –que representa al 99% de los vecinos– indicó que hace más de un mes se reunieron con el diputado Rafael Cañete, que se comprometió a solucionar estas cuestiones, por lo que pasado este tiempo, «estamos dispuestos a apoyar a los afectados en las medidas legales necesarias para intentar llegar a la situación anterior de las obras, no descartando, si es necesaria, la paralización de los trabajos».
Mateo Navajas, ingeniero de caminos de la Diputación y representante de la demarcación de Pozoblanco, explicó que las actuaciones son las que marca la Ley de Expropiación Forzosa del año 1954 y afirmó que «una cosa es lo que uno considera que es justo y otra lo que dice una ley que es necesaria para realizar este tipo de obras». Después los afectados enseñaron a la alcaldesa y a los técnicos las deficiencias y Mateo Navajas mostró su disposición para que todas fueran reparadas.
Por su parte, la alcaldesa dijo que entendía las reivindicaciones de los vecinos, que llevan ocho meses de gestiones, subrayando su intención de interceder ante la Diputación.