Efectivamente, se acuerdan. Nos referimos a ese casi centenar de personas, con edades comprendidas entre los 55 y los 75 años, que participan en el proyecto Rejuvenecer la Memoria que el Patronato Provincial de Servicios Sociales y el Ayuntamiento están desarrollando en Fuente Obejuna. Y es que para ellos, después de la gimnasia mental y la puesta apunto de sus facultades que hacen, la frase “Si te he visto, no me acuerdo” está empezando a no tener sentido, y tendrán que buscar otra excusa que no sea la memoria par justificar sus despistes
La iniciativa tiene como objetivo, en palabras de la concejala de Servicios Sociales, Isabel Cabezas, “por un lado, la prestación de un nuevo servicio a los mayores y, de otro, evitar la pérdida de memoria por falta de ejercitación”. La experiencia se ha empezado en el núcleo de Fuente Obejuna y en las entidades de población de Cuenca, Ojuelos Altos y Posadilla, con la idea de llegar en el futuro a todas las aldeas.
La monitora encargada es Inmaculada Valenzuela, quien trata de conseguir la finalidad antes mencionada mediante 12 sesiones de hora y media cada una de ellas, haciendo participar a sus alumnos -en su mayoría mujeres- en la elaboración de un árbol genealógico, en la recopilación de recetas de cocina tradicionales, en la realización de fichas como medio para recordar etapas de la vida, agrupar palabras en familias o asociar nombres a fotografías.
El taller de memoria, totalmente gratuito, comenzó el 30 de septiembre y se clausurará el 20 de diciembre con una exposición de los trabajos realizados por los participantes y una jornada de convivencia. Cuando esto ocurra, estos mayores habrán conseguido la estimulación de su memoria, la mejora de su fluidez verbal, de la atención y de la orientación espacial y temporal.
La concejala Cabezas está encantada con “la alegría con que asisten a este taller”. Y lo comprobamos hablando con dos de las participantes. Amparo Hidalgo nos comenta: “Estoy viviendo una experiencia preciosa y noto que mi memoria va mejor; estoy muy contenta”. Su compañera Carmen Rivera, no se queda atrás: “Estamos felices y muy unidas. A mí me parece muy bien recordar todas estas cosas; así, que siga esto adelante, que me parece estupendo. Animo a todas las personas a participar y a que este taller se repita”.
Comprobada in situ la motivación que supone para los mayores su participación en el taller de memoria, tenemos que decir, para finalizar, que hay algo que sí que se les sigue olvidando todavía y es … la hora de volver a sus casas después de cada sesión. Todo se andará.