Se están repoblando terrenos que son aptos para la agricultura.
La repoblación forestal que lleva realizándose bastante tiempo en el término municipal de Fuente Obejuna, así como en el de Hornachuelos, es un tema poco tratado y por consiguiente desconocido.
Fue por los años 50 cuando se inició un programa de repoblación forestal en esta zona, el cual partió del entonces Patrimonio Forestal del Estado, posteriormente sustituido por el ICONA en 1971. Para realizar la repoblación el PFE y más tarde el ICONA han desarrollado las explotaciones del monte fundamentalmente en base a la repoblación de fincas adquiridas por el Estado (contando con los efectos de la crisis que en los campos se fue manifestando) por bajo precio, o bien en régimen de consorcio con fincas particulares, éste consiste en que el ICONA se encarga de realizar el trabajo de repoblación y llevar la dirección de las explotaciones, posteriormente el 40 % de la renta la recibe el propietario y el 60 % el Estado para amortizar los gastos de inversión.
Pero la repoblación de pinos que se efectúa en estas tierras proporciona una producción de baja valoración económica. Ello es debido a los altos costes de los trabajos de repoblación y a la existencia de montes un tanto desordenados.
Por otro lado, los pinos, al parecer, no se adaptan bien a las condiciones físicas de la Sierra, de ahí que a veces se observen ejemplares poco desarrollados así como variedades de pinos que han de ser sustituidos por otros de los que se espera den el resultado deseado. Asimismo, el arrancado y destroce de los matorrales efectuado para la regeneración del monte son insuficientes, y se observa que arbustos tales como la ulaga, la madroña, el brezo, la jara o el quejigo se extienden rápidamente y en gran cantidad.
En la repoblación forestal se pueden detectar una serie de problemas económicos, ecológicos y laborales. De este modo se aprecia cómo llanos o vegas que pudieran ser aptos para la agricultura han sido también repoblados, y como encinares han sido destruidos para sustituirlos por pinos, con la consiguiente pérdida e alimento para algunos animales de la Sierra.
No hace mucho tiempo surgieron algunos problemas de carácter laboral. A principios de los años 70 la repoblación forestal se realizaba mediante trabajadores a destajo, los cuales se encargaban de las tareas del monte durante unos dos o tres meses. Posteriormente ICONA, coincidiendo con la crisis económica y el aumento del paro, comenzó a contratar trabajadores a sueldo. Actualmente se ha conseguido que los trabajadores en paro de este término puedan acceder a las tareas de repoblación mediante un sistema rotativo. Con esta medida podrán lograr esas jornadas de trabajo necesarias para cobrar el subsidio de desempleo. El trabajo se realiza de sábado a jueves , el viernes se trasladan al pueblo para abastecerse de alimentos para la semana siguiente. Durante los meses de verano se ha trabajado en los viveros, y además han tenido servicio permanente por estar de retén de incendios, los cuales han proliferado por esta zona en el pasado verano. En la actualidad las remuneraciones han aumentado, de forma que los trabajadores vienen cobrando un sueldo de unas 1.929 pesetas diarias.
Dejando a un lado el aspecto laboral, hay que señalar las condiciones en que viven estos trabajadores durante el tiempo que están en los “pinos”. En la repoblación forestal suele haber cinco cuadrillas. Estos hombres conviven en una especie de naves en las que hay tres habitaciones pequeñas, careciendo de luz, de aseo apropiado, de lugar adecuado para la conservación de los alimentos… Según manifestaron algunos de ellos, la convivencia a veces puede resultar dificultosa; pero a pesar de todo esto prefieren esta situación antes que verse en el paro. También indicaron que en el trabajo que allí se realiza apenas hay medidas de seguridad, en este sentido tan sólo hay un coche disponible ante cualquier urgencia que se pudiera plantear.