La exposición Tutankhamón, imágenes de un tesoro bajo el desierto egipcio se abrirá al público el próximo 5 de agosto en la Casa de la Juventud del municipio cordobés de La Coronada. La muestra está compuesta de una selección de 63 fotografías de Harry Burton, fotógrafo del equipo Carter, artífice de las excavaciones en la tumba del faraón.
La exposición, creada por el Museo Egipcio de Barcelona y la Fundación Arqueológica Clos, ha sido organizada por la Asociación de Mujeres de La Coronada, y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Fuenteovejuna. La muestra está orientada especialmente al público familiar y escolar, de una forma amena y didáctica que intenta transportar a los visitantes a la historia del descubrimiento de la tumba del faraón Tutankhamón. En la visita a través de imágenes se hace un recorrido por los principales protagonistas de la excavación, así se recogen las instantáneas de Lord Carnarvon V, un noble inglés que financió los trabajos, y Howard Carter, que buscó a Tutankhamón por todos los rincones del Valle de los Reyes y verdadero descubridor del tesoro del faraón egipcio.
La selección de imágenes intenta ser una aproximación directa a la civilización faraónica mediante las fotografías que Burton hizo exhaustivamente de los trabajos arqueológicos, recogiendo los momentos más importantes y decisivos del descubrimiento de la tumba. Un momento histórico cuando en 1922 se descubrió el tesoro enterrado en la arena del desierto. Tal fue la importancia de este hecho que las imágenes que recogen el descubrimiento han sido consideradas Patrimonio de la Humanidad.
LA MALDICIÓN DEL FARAÓN
El desenterramiento de la tumba de Tutankhamón fue la primera vez en la historia de la arqueología en la que una excavación era fotografiada con tanta exhaustividad, lo que sirvió para conocer a fondo el desarrollo de este histórico momento, y que dio forma a la popular maldición del faraón.
Uno de los mayores problemas vividos por el equipo Carter mientras se realizaba la excavación de la tumba fue la muerte de su mecenas Lord Carnarvon, que sucumbió ante una fuerte fiebre producida por una infección tras la picadura de un mosquito, tan sólo unos meses después del descubrimiento. Los rumores y la prensa, inspirándose en antiguas leyendas árabes, achacaron la muerta a una supuesta venganza del faraón Tutankhamón. Desde entonces, cualquier acontecimiento negativo acontecido a los integrantes del equipo y a los visitantes de la tumba, se relacionó con la supuesta “maldición”. Todo ello, no obstante, iba a dar al descubrimiento una divulgación y popularidad muy especial que se apoyaría en las imágenes de Burton, haciendo que este faraón se transformara en el más célebre de la historia del antiguo Egipto. (Redacción)
