Manuel Gómez Burón y María Dolores Caballero Rodríguez han sido nombrados, a título póstumo, hijos adoptivos de Azuaga. Ambos, aunque no nacieron en la localidad, estuvieron muy ligados a ella y en ella dejaron su impronta.
En el juez Manuel Gómez, cuyas cenizas reposan en la sierra de Azuaga, los azuagueños encontraron a una persona cercana que siempre trató de mediar entre los vecinos para que sus problemas no llegaran, paradójicamente, a los juzgados. Gómez Burón abandonó Azuaga en 1978, tras 11 años de ejercicio profesional, pero nunca se desvinculó de la localidad a la que regresó en innumerables ocasiones.
La hermana María Dolores se ganó a los azuagueños en los últimos años de su ejercicio vocacional, tiempo que dedicó a los más necesitados. Esa vocación fue la constante de su vida, primero en Venezuela y luego en España, donde profesó los valores de la congregación del Santo Ángel de la Guarda, a la que pertenecía. La hermana María Dolores será recordada por los vecinos como una persona que lo dio todo, sin pedir nada a cambio. Algo no habitual en los tiempos que corren.
La cooperativa mellariense Gregasa triunfa en el sector de la personalización de automóviles.La llamada de la tierra hizo recalar a los hermanos Gala en Fuente Obejuna con el propósito de continuar con el negocio de su padre, Gregorio, un mellariense que había tenido talleres de reparación de parachoques en Tarragona y Madrid. Esta actividad, que convirtió a la familia en pionera en la reparación de piezas de plástico y poliéster, se ha reinventado al calor de las nuevas tendencias y tecnologías, y ha dado una nueva oportunidad de negocio a otra generación. Con nuevos mimbres, se fabrican nuevos cestos.
En el Café Bar El emigrante, en Argallón, se preparan unos deliciosos fritos argalloneros, frituras variadas que se presentan en el interior de un gran pan redondo. Para quienes no puedan desplazarse hasta esta localidad, Andrea Gordillo, responsable del establecimiento, les ofrece la receta. Comenzamos por los saquitos de jamón. Primero se hace una bechamel, a la que incorporaremos unos taquitos de jamón y cebolla muy picada que previamente habremos pasado por la sartén. Con un poco de sal y nuez moscada, la masa estará lista para verterla sobre láminas de empanadillas, que cerraremos en forma de saquitos y freiremos en abundante aceite hirviendo. Los rulos de morcilla de preparan triturando ésta y añadiéndole unos piñones machacados. La masa resultante se colocará sobre lonchas de jamón que se enrollarán, se trocearán en tres y, una vez empanados, se freirán. La fritura de garbanzos consiste en una masa de garbanzos cocidos y triturados que freiremos tras añadirle dos huevos, tres dientes de ajo, sal, perejil y pan rallado, una vez batido el conjunto. Completan los fritos las croquetitas de berenjenas y las bolitas de setas y gambas.
Eso es al menos lo que debieron pensar los participantes de la I Reunión Nacional de Autogiros celebrada en la villa mellariense, aquellos que disfrutaron de la belleza del término municipal desde el aire y la treintena de aficionados a esta disciplina que eligieron la ocasión para celebrar su bautismo aéreo, que como toda primera vez, también tiene su aquel.
El Ayuntamiento mellariense ha federado un equipo de fútbol sala que ya compite, en categoría cadete, en la liga provincial 2006-2007. Formado por 13 chavales de entre 14 y 16 años, el Mellariense ELA Aviación, que así se llama por su patrocinador, estará dirigido por cuatro entrenadores, Gerardo Sánchez, Francisco Ruiz (técnicos deportivos municipales), José Rivera y Rafael Castillejo. La concejala de Desarrollo, Turismo, Juventud y Deportes, Mariazel Valderrábano, que anunció que el equipo nace con idea de continuidad, reconoció que la intención de la corporación municipal al federarlo es “fomentar el deporte y que los jóvenes comprueben que ésta es también una manera de ocupar sus ratos de ocio y tiempo libre”.
