El Viernes Santo, un buen número de personas llenaba la plaza Jesús Nazareno, esperando para ver la salida de la procesión de la hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora de Gracia y de la Amargura. Girado el Titular, colocado el último tramo de su cruz y la cantonera superior, el paso esperaba la salida de Nuestra Señora de Gracia. Una vez producida, el cantaor local Eusebio Medina, acompañado por un coro y por la Banda Municipal de Música, cantaba La Saeta, mientras que el Cristo era mecido. Más tarde, la dedicatoria era para la Virgen y sus portadores y portadores, la mecían. Comenzaba el desfile procesional, que completó un recorrido modificado a consecuencia de las obras que se están realizando en un tramo de la calle Corredera.
Ambos Titulares iban adornados con clavel. De color rojo el del Santísimo Cristo de la Misericordia – que llevaba además, un ramo de liliums morados, a sus pies – y blanco, para Nuestra Señora de Gracia.
El desfile procesional contó con el acompañamiento de la Banda Mellariense de Cornetas y Tambores y de la Banda Municipal de Música y entre las autoridades asistentes se encontraron el concejal Javier Montero, el Juez de Paz, Rafael Ventura, el pregonero, Francisco José Sánchez Mellado, representantes de la Policía Local y de la Guardia Civil.
Los aproximadamente 540 hermanos visten túnica blanca con botonadura, fajín, cubrerrostro y capa en raso morado. El Cristo es una talla de la escuela de Martínez Montañes y la autoría de la Virgen, que es también la patrona de Fuente Obejuna, se desconoce.
Entre las novedades, la hermandad ha estrenado báculos y las varas de la Junta de Gobierno y ha abierto su cuartel, denominado Casa de la Misericordia.
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