Las precipitaciones que a primera hora de la tarde atravesaron la provincia provocaron que en la mayoría de los pueblos se retrasara la salida de las cabalgatas de los Reyes Magos. Así, en Lucena, 19 carrozas formaron parte de la gran cabalgata de la ilusión, que organiza la Peña Amigos de los Magos, de las que 7 formaron parte del concurso. Además, 1.500 personas participaron en esta comitiva entre los figurantes de las distintas carrozas y las que acompañaban a pie. Sus majestades contaron con 4.000 kilos de caramelos, 30.000 bolsitas de cinco caramelos, 6.000 pelotas, 15.000 peluches y 15.000 bolsas de chuches, más los que distribuyeron las otras carrozas.
Por su parte, en Puente Genil, 25 carrozas integraron la cabalgata, que salió dos horas más tarde de lo previsto debido a la lluvia. La comitiva partió del barrio de Miragenil a las cinco de la tarde, finalizando en el parque del Tropezón sobre las diez de la noche. Mientras que en Montilla la magia se hizo ayer presente en las calles pese a la desapacible tarde que a punto estuvo de dar al traste con la ilusión de los más pequeños. Con media hora de retraso, la cabalgata partió pasadas las 19.30 horas desde la avenida de la Constitución para recorrer la avenida de María Auxiliadora hasta el Ayuntamiento, donde los Magos de Oriente leyeron el tradicional mensaje dirigido a los más pequeños de la localidad. Las obras de la calle Corredera no impidieron que Melchor, Gaspar y Baltasar pasearan a pie por la principal calle de Montilla hasta alcanzar la plaza de La Rosa, donde tuvieron todavía ocasión de repartir algunos de los 2.500 kilos de caramelos y del medio millar de balones que se habían preparado para la ocasión. En el caso de Cabra sus Majestades de Oriente fueron recibidos por la corporación municipal como prólogo a la cabalgata, que recorrió las calles de la ciudad y acabó con la Adoración del Niño Jesús en el Belén de la Plaza de España.
En Pozoblanco, la carroza del Rey Melchor tuvo algunas dificultades para entrar en la calle Mayor, lo que retrasó el cortejo algo más, pues ya había salido media hora tarde temiéndole a la lluvia. Por la mañana los Magos recibieron a los peques recogiendo sus cartas en el teatro El Silo, donde además se instaló un árbol de Navidad para que los niños con chupete se lo dejaran a los Reyes facilitando así a los padres la tarea.
En Palma del Río los Magos de Oriente leyeron algunas de las cartas de Reyes recibidas. Seguidamente, sobre sus carrozas reales, repartieron ilusión y más de 3.000 kilos de caramelos. Un desfile, con 8 carrozas, que contó con la participación de más de 20 colectivos. Por otro lado, la asociación de Empresarios regaló más de 400 pelotas. En Bujalance, la cabalgata atrasó su salida a las 8 de la tarde. Antes los Reyes hicieron su periplo solidario, visitando a las Madres Carmelitas, después a las personas más desfavorecidas, los ancianos de la Residencia San Juan de Dios y a los discapacitados del centro de Promi. Después, la comitiva transcurrió con absoluta normalidad y repartió 1.200 kilos de caramelos.
En Peñarroya, el cortejo partió a las 17.00 horas de la Parroquia de El Salvador, para concluir en la la plaza de la Constitución, mientras que en Villanueva de Córdoba, los Reyes Magos llegaron primero a la Plaza de España dónde repartieron regalos que se unieron a los de la cabalgata en la que se distribuyeron 1.500 kilos de caramelos y golosinas de ocho variedades distintas. Participaron 8 carrozas. Mientras que en La Carlota fueron seis. El real cortejo estuvo a punto de suspenderse, pero finalmente repartió 1.458 kilos de caramelos, 800 piruletas, 5.000 bolsas de gominolas y otros 34.905 paquetes de golosinas. En Fuente Obejuna fueron 13 las cabalgatas que salieron en los distintos núcleos de población, donde repartieron 830 kilos de caramelos y pequeños juguetes. Por su parte, en Villa del Río la cabalgata salió de la calle La Estrella y acabó en la Plaza del Ayuntamiento. En Posadas,, las ocho carrozas de la comitiva salieron más tarde y acortaron el recorrido.
Corresponsales.
Lorena Expósito y Jesús Aguilar fueron los primeros en la III San Silvestre mellariense. Alrededor de 220 personas de todas las edades ymuchas disfrazadas, desafiaron a la lluvia y recorrieron un circuito de 3 kilómetros en una carrera de carácter benéfico, destinada a recaudar fondos para la campaña contra el hambre de Manos Unidas. A la prueba asistió el concejal de deportes, Cristian Damián y al término de la misma, el Ayuntamiento obsequió a los participantes con un aperitivo.
