Antonia Obrero Fernández : Un ejemplo de lucha desde la aldea de Cuenca –
El pasado día 27 de diciembre, Antonia Obrero Fernández cumplió 102 años. Su fe, su familia, sus vecinos de Cuenca (Fuente Obejuna) y sus paseos por la aldea son imprescindibles para esta mujer que ha sido una auténtica luchadora y un ejemplo de valentía. A los siete años ya trabajaba. Antonia cortaba el pelo a sus vecinos e, incluso, les ponía las inyecciones.
Hoy, Antonia se siente un poco impotente al comprobar que debe ser ayudada por quienes ella ayudó tanto, sus seres queridos. Entre las claves de su longevidad podría encontrarse la alimentación, ya que, al trabajar en el campo, su dieta principal la componían los productos de la matanza de los cerdos ibéricos que criaban, la leche procedente de sus vacas y cabras y el pan que ellos mismos elaboraban, todo ello acompañado por el «aceite de Monterrubio».
En casa de esta mellariense de Cuenca solo se compraba «café malta, azúcar y bacalao», y las comidas principales eran el cocido, el gazpacho y las migas. Muy preocupada siempre, por la salud, Antonia Obrero pagaba, «con gran esfuerzo», el seguro para que, cuando no existía la sanidad pública y gratuita, su familia dispusiera de ella.
