Una mujer del tiempo

Amparo Hidalgo Cabezas lleva 43 años colaborando con la Aemet

El día 23 de marzo del 2001 fue obsequiada por la agencia con la medalla de Voluntarios para el Tiempo, el Clima y el Agua

Un buen día de 1970 la mellariense Amparo Hidalgo Cabezas recibe la llamada de su primo. José Adolfo, que trabaja en Sevilla para la Agencia Estatal de Meteorología –Aemet– le explica que, tras la jubilación de Antonio Olivera, buscan colaborador y ella «acepta ilusionada». Desde entonces, Amparo continúa con una labor que consiste en «recoger, cada 24 horas, el agua que contiene el pluviómetro que tengo en mi terraza, situado a dos metros y medio de altura, después lo anoto en unos cuadernos y los envío cada mes a la Aemet».

Mujer solidaria, esta mellariense preside la asociación de María Riviére, ha sido una de las fundadoras y vicehermana mayor de la hermandad de la Soledad, colaboradora de Cáritas, de Manos Unidas y, en todas las ediciones, voluntaria en el taller de costura de Fuenteovejuna , puntualizando que esto último, «esté el partido político que esté, porque yo trabajo por mi pueblo y para mi pueblo».

Las puertas del domicilio de Amparo y su teléfono siempre han estado –y continúan– disponibles para todos aquellos que, por alguna razón, necesitan conocer la cantidad de lluvia caída, como el que fue párroco durante muchos años, Angel Luis Cepeda, del que nuestra protagonista guarda un entrañable recuerdo; también Carmen Delgado la llamaba a menudo «ya que toda su familia eran agricultores y, por entonces, el único pluviómetro que había era el mío», aunque, añade, «ahora hay muchos, pero ninguno como el que yo tengo». Ella ha facilitado datos al Ayuntamiento e incluso desde Canarias se los han demandado.

Centrándonos en sus anotaciones conocemos que en 1996 cayeron en Fuente Obejuna 995 litros y en el año 2005 solo se recogieron 195,2. Por sus datos y su experiencia, Amparo Hidalgo confirma que «algo no es igual ahora, antes se decía que si llueve por Santa Bibiana –2 de diciembre–, llueve cuarenta días y una semana y no fallaba o fallaba muy poquito, aunque fueran pequeñas gotas, pero llovía», y señala que, «en cambio, ahora solo llueve dos o tres días seguidos, cae más agua en menos tiempo y hace más daño». Prueba de ello son los 37 litros caídos en menos de 15 minutos el pasado día 27 de agosto, o los 211 del mes de marzo de este año, en el que ya se han recogido 438. Aunque también, razona, «puede ser que ahora como tenemos más información, nos enteramos de más cosas y antes, aunque hubiera inundaciones, no las conocíamos», añadiendo que «es verdad que el agua busca su cauce y a veces construimos en ellos», pero, concluye, «de todas formas, antes todo era natural y ahora todo es artificial, es química».

Amparo, todo vitalidad, ha conseguido hacer de esta labor una de sus aficiones más queridas. Afirma que desea «seguir cumpliendo y ser voluntaria, para lo que yo pueda».

Buena elección la de su primo y una suerte para nosotros y para la Aemet.

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