Los dos guardias civiles homenajeados, con la placa en mano, posan junto a sus compañeros y la alcaldesa.
Los agentes Rafael Tena y José Antonio Montes recibieron el Escudo de la Villa en una ceremonia celebrada en la ermita de San Sebastián
Todo ocurrió el pasado 31 de julio, cuando cuatro peligrosos delincuentes, presuntos autores del atraco a un banco y a una gasolinera, intentaban huir de de la Guardia Civil. De manera rápida y eficaz, los agentes Rafael Tena y José Antonio Montes, que prestan su servicio en Fuente Obejuna, consiguieron detenerlos, a pesar de que los atracadores iban armados y les superaban en número. Con su acción, de la que se hicieron eco numerosos medios de comunicación, dieron una lección de eficacia y de valor, y pusieron de manifiesto la importante labor que este cuerpo realiza en las zonas rurales.
Conscientes de estos hechos, los miembros de la corporación municipal mellariense acordaron en sesión plenaria y por unanimidad conceder el Escudo de la Villa a ambos agentes. También se expresó públicamente la felicitación de la corporación al sargento primero y comandante del puesto de Fuente Obejuna, Francisco Navarro y, finalmente, se propuso a las instancias superiores de la Guardia Civil la concesión de la Medalla al Mérito para los agentes Tena y Montes.
El acto de entrega de los Escudos de la Villa tuvo lugar en la festividad de la Virgen del Pilar, de especial significación para la Guardia Civil por ser la patrona del cuerpo. Tras la misa, celebrada en la ermita de San Sebastián, la alcaldesa, Isabel Cabezas, dio lectura al acuerdo plenario. Seguidamente, y ante la atenta mirada de superiores, compañeros, familiares y amigos de los agentes, les impuso los escudos y les entregó sendas placas conmemorativas.
Acto seguido, el sargento Navarro procedió a explicar a todo el público que llenaba la ermita el motivo de este gesto de reconocimiento. También dio las gracias por este detalle de la corporación municipal, cuyos miembros llenaban los primeros bancos del templo. Tras las fotografías para el recuerdo, los abrazos y los apretones de manos, la fiesta continuó en el cuartel, donde los asistentes departieron y compartieron un aperitivo.
