Los jóvenes mellarienses se reúnen para rememorar la llamada al servicio militar.
Varias de las jóvenes que han sido quintas este año, tras la diana a base de canciones que realizaron por las calles de la localidad, se reunieron en la plaza Lope de Vega, lugar desde donde partieron hacia el campo.
Ajenos a todo esto, medio centenar de mellarienses (que por estos meses alcanzarán los 18 años, la mayoría de edad) recuerdan la fecha en que se llamaba a los mozos para ser tallados y hacer la mili.
Cuando llega el día en que se festeja el carnaval, todos amanecen vestidos de militares y a partir de las siete de la mañana, pintan sus nombres con sprays en el suelo de las calles, a la vez que realizan una especie de diana cantando por toda la localidad.
Más tarde se reunirán en algún campo para merendar, comida que varía según los años y los componentes: se conocen menús realizados por las madres, asados variados de chuletas y chorizos que sí hicieron los jóvenes… y hasta bocadillos.
Por la tarde, los quintos se incorporan al pasacalles del carnaval y a partir de ahí la fiesta se prolonga hasta que el cuerpo aguante.
Lo mejor, en palabras de las quintas , «el poder pasar todo este tiempo juntas».