Castillejo estuvo acompañado de varios sacerdotes durante la ceremonia. MARIA MOYA
Una procesión desde la sacristía hasta el altar mayor de la parroquia de Nuestra Señora del Castillo de Fuente Obejuna en la que participaban las varias decenas de sacerdotes de la diócesis cordobesa que se desplazaron al municipio para acompañar a Miguel Castillejo en la celebración de sus bodas de oro sacerdotales, marcó el inicio de la solemne celebración eucarística en la que se escucharon temas religiosos interpretados por las voces de los componentes del Orfeón Cajasur.
«La parroquia está bellísima», fueron palabras de Miguel Castillejo, que bien las mereció el autor de la ornamentación y miembro de la hermandad cordobesa de Los Dolores, Juan Luis Galisteo.
Para tan especial ocasión y al igual que hace cincuenta años, cuando este sacerdote cantó su primera misa, la imagen de San Miguel presidía el altar mayor, lugar donde se había instalado un frontal en plata datado en el siglo XVIII procedente de la parroquia de La Asunción de Montemayor. A ambos lados se colocaron los respiraderos elaborados en el mismo material y pertenecientes a la hermandad cordobesa de Los Dolores. La candelería y los ciriales tenían la misma pertenencia; no así los hachones, que eran de la parroquia de la Compañía. Al lado derecho estaba la imagen de San Pedro, y al izquierdo, Nuestra Señora del Castillo.
Junto a Castillejo se encontraban sus compañeros Juan Mairena, Miguel Herruzo, el párroco de Fuente Obejuna, Francisco de Borja Redondo, Juan Arias, que también es vicepresidente de Cajasur, y más de una veintena de sacerdotes que completaban el altar mayor, vistiendo casullas bordadas en rojo traídas de la catedral cordobesa.
MENSAJE DEL VATICANO
Al finalizar la eucaristía, Francisco de Borja dio lectura a una carta en la que el Papa Juan Pablo II felicitaba a Miguel Castillejo. Una salve interpretada por el orfeón y dedicada a Nuestra Señora del Castillo puso fin al emotivo acto.
Castillejo tuvo un recuerdo emocionado para su madre, que no pudo acudir a su primera misa porque falleció meses antes.
